“Nadie quiere venir para Camagüey porque están matando a la gente en la calle”
Así le decía la madre de un amigo hace un año, cuando las calles de la ciudad se tiñeron de sangre. Aunque el asesinato que trascendió fue el del músico Pedro Armando Junco, hijo del columnista de Cubanos por el Mundo, Pedro Junco, durante meses, Camagüey tuvo miedo, aparecieron varios jóvenes asesinados en sus calles.
La violencia en Cuba ha aumentado notablemente, al igual que la pérdida de valores. El sistema ahoga, y la doble moral, el robo, la corrupción se instalan en nuestros jóvenes depauperando sus valores y provocando incidentes sociales.
Solo el dolor de su padre, los artículos publicados, y la cobertura que dieron medios internacionales hizo que la Policía cubana actuará con celeridad y detuviese a los cuatro asesinos de su hijo.
Los asesinos recibieron duras condenas, estos son, junto a sus condenas, para que siempre sus nombres queden como ejemplo de lo más bajo que una sociedad genera:
Yelko Martín Batista Williams, 40 años de privación de libertad como autor de los delitos de portación y tenencia ilegal de armas o explosivos, lesiones, dos delitos de asesinato en grado de tentativa y asesinato.
Carlos Álvarez Germán, 40 años de privación de libertad como autor de los delitos de portación y tenencia ilegal de armas o explosivos, dos delitos de asesinato en grado de tentativa y asesinato.
Raciel Antonio Vázquez Morales, 25 años de privación de libertad como autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativa y asesinato.
Melson Sergio Varona Oduardo, 25 años de privación de libertad como autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativa y asesinato.
El caso destapó preocupación y sensibilidad entre la población de Camagüey, que cuestionó públicamente la falta de seguridad y el crecimiento de la delincuencia callejera.
Los hechos ocurrieron el pasado 16 de mayo, cuando los agresores dieron muerte al rockero Junco Torres, conocido por Mandy y de 28 años, e hirieron a otras tres personas con armas blancas. Mandy murió tras recibir 46 contusiones en su cuerpo.
Pedro Junco, recibió la solidaridad de numerosos cubanos alrededor del mundo, sobre esto, escribió: “A quienes enviaron cartas, mensajes electrónicos, llamadas telefónicas desde diferentes lugares de la Isla y del extranjero para darme a conocer su fraterna alianza, sin reparar en credos ni patrones políticos. Llegue a todos ellos, padres y madres de cualquier lugar de Cuba y del mundo, mi sincero abrazo y mi compromiso de luchar sin reposo por restituir la tranquilidad ciudadana que hoy permanece ausente en la nocturnidad de nuestras calles”
