Lo sucedido es otra película. Tres cubanos que trabajaron como parte de los transportistas cubanos que colaboraron en la filmación de Rápido y Furioso 8 que se realizara en Cuba, se colaron en uno de los barcos que transportó de regreso a los Estados Unidos el equipamiento utilizado y tocaron tierra norteamericana.
Las autoridades de inmigración suspendieron la fumigación del barco ante la sospecha de que podrían haber inmigrantes escondidos en el barco. La fumigación es un requisito indispensable para que los barcos que transportan mercancías atraquen en puertos norteamericanos por lo que se desvió el buque a Port Everglades donde finalmente atracó.
Allí, en uno de los contenedores utilizados como oficinas se encontraron a los inmigrantes cubanos. Parte de la tripulación ofreció agua a los cubanos que aún de forma inexplicable lograron introducirse en el barco sin ser detectados por la férrea Aduana Cubana.
Según todos los testigos los cubanos pisaron territorio estadounidense antes de que la Policía se hiciera cargo de ellos. Los oficiales comprobaron que no traían armas ni objetos prohibidos y luego de cumplir las medidas reglamentarias se los llevaron.
Estos cubanos al tocar territorio norteamericano tendrían derecho a permanecer en los Estados Unidos gracias a la política de “pies secos, pies mojados” y acogerse después a la Ley de Ajuste Cubano. Otros casos similares han podido quedarse sin mayores problemas y hacer su vida en tierras de libertad.
El aumento de los inmigrantes cubanos que huyen de la política de penurias y represión que conserva la Isla es palpable. Unido a la crisis migratoria de centroamerica que ha involucrado a cerca de 10 mil cubanos, la llegada por otras vías crece día a día.
No es la primera vez que cubanos llegan escondidos en barcos. Todos recordamos el caso de Sandra de los Santos, que se envió a si misma desde las Bahamas en una caja de UPS. Otros cubanos, escondidos en el tren de aterrizaje de aviones han fallecido en su intento por cumplir el sueño de llegar a los Estados Unidos.
