El hombre, de 28 años, permanece actualmente en Panamá. Dice que Colombia es muy dura por culpa de los llamados ‘coyotes’.
Noticias RCN conoció la historia de un migrante cubano que lleva varios meses arriesgando su vida con tal de no permanecer en la isla, de la que salió para “buscar la libertad”.
El equipo periodístico de Noticias RCN encontró a Ernesto Valdés en Panamá después de realizar una travesía desde Sapzurro en Colombia hacia Puerto Obaldía en el vecino país.
Valdés, de 28 años, pagó 400 dólares para pasar por la piedra divide a Colombia con Panamá, pero el grupo de RCN solo pagó 3 dólares.
La desesperación de Valdés por alcanzar sus sueños lo han llevado a realizar una verdadera travesía que ha puesto en riesgo su vida al transitar varios países de manera ilegal.
“Casi cuatro meses por seis países: Trinidad & Tobago, Venezuela, de Venezuela me deportaron a Cuba, de Cuba a Guyana y de Guyana a Brasil, de Brasil a Colombia y de ahí a Panamá”, contó Valdés.
Dijo que hasta ahora ha gastado por lo menos 5.000 dólares en su recorrido, y que de todos los países el más difícil es Colombia, por los llamados ‘coyotes’.
Su llegada a Panamá tampoco fue fácil. Aseguró que ingresó el 25 de abril y que lo querían deportar porque para esa fecha la frontera ya estaba cerrada, según las autoridades.
“Nosotros dijimos que no, que si quieran hacer un pelotón de fusilamiento que lo hicieran pero que para atrás no íbamos”, contó el migrante.
Los colombianos que viven en la zona rechazan los malos tratos a los que son sometidos por parte de autoridades panameñas, esos inmigrantes que solo buscan cumplir sus sueños.
“A los últimos que entraron se les manejó de una manera muy drástica. Mujeres embarazadas lloraban, suplicaban que no las sacaran y no tuvieron compasión con eso. A los africanos se les echó gas pimienta. Yo no estoy de acuerdo con eso, son seres humanos”, contó Alfonso Sierra, un colombiano que vive en Panamá.
Noticias RCN intentó hablar con las autoridades panameñas para conocer su versión sobre las denuncias de mal trato contra los migrantes indocumentados, pero no quisieron pronunciarse al respecto.
