FORT PIERCE, Estados Unidos.- Mientras se evocaba la imagen y el pensamiento del más noble de los cubanos de todos los tiempos, cual sagrado símbolo de la identidad y del nacionalismo cubano, un grupo de migrantes de la Isla residentes en Ecuador se presentaba en la embajada de Canadá en este país, con la intención de proporcionar una primera información acerca del estado de su situación como migrantes, así como de su aspiración respecto a la posibilidad de salir de allí de manera segura rumbo a Estados Unidos.
La alternativa de la salida desde Ecuador a Canadá fue utilizada, una vez que la embajada de México dio a conocer el pasado 18 de mayo que no podían conceder las visas humanitarias que solicitaban, por cuanto los argumentos expuestos en su petición no reunían los requisitos para estos efectos; independientemente de que el gobierno mexicano no está ajeno a la situación migratoria, para lo que ha propuesto la posibilidad de convocar a otros gobiernos de la región en pos de una solución.
Una vez presentadas sus inquietudes en dicho lugar, el grupo se trasladó hacia la sede de las Naciones Unidas en Quito para continuar indagando acerca de posibles soluciones. La respuesta recibida por parte de los representantes de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) fue negativa, pues ellos intervienen en casos de asilo político.
Sin posibilidades de solución, el descontento es cada vez mayor; pero el ímpetu de los principales representantes es admirable. El poder de convocatoria de los diversos grupos es digno de destacarse.
No solo en Quito tienen lugar tenidas regulares; sino otros importantes puntos del país como Guayaquil, ciudad de gran densidad poblacional y punto de obligada referencia respecto a las acciones de la oposición. El pasado 18 de mayo a las nueve de la mañana, en zonas cercanas al Ministerio del Interior en esta ciudad, se reunieron muchos cubanos como muestra de apoyo a los actos realizados en Quito.
Se está convocando para este lunes en la mañana a una marcha masiva y a una permanencia frente al Palacio de Gobierno, hasta tanto el presidente Rafael Correa los escuche. Algunos miembros pretenden realizar una vigilia desde la noche del domingo, otros recomiendan ser muy prudentes para no desatar un verdadero conflicto, considerando la situación real del país luego de los sismos que lo han sacudido.
De cualquier modo, lo que está ocurriendo en Ecuador actualmente va más allá de un reclamo. Un verdadero conflicto de carácter social y político se avecina. Los cubanos varados en este país no son los culpables, como tampoco lo son las autoridades del gobierno ecuatoriano. La génesis del futuro conflicto hay que buscarlo a partir del país de origen, es decir, de Cuba. Si Estados Unidos tiene determinadas leyes que favorecen a los cubanos, es algo inherente a su política, este no es el móvil en sí, como se pretende ver. Miles de cubanos no se marcharían de su patria si en ella tuvieran las mínimas condiciones de vida; no solo materiales, sino espirituales e intelectuales, incluyendo en estas últimas la libertad de pensamiento y de expresión que tanto necesitamos.
Todos los cubanos están convencidos de lo que significa ser un inmigrante en cualquier país, incluido Estados Unidos. Aun así, asumen el éxodo como vía para evadir lo que durante medio siglo les ha lacerado sobremanera. La solución a cualquier crisis migratoria no tendrá lugar hasta tanto se solucionen los problemas inherentes a la isla caribeña. Es esta la verdadera génesis de los éxodos masivos que desencadenan crisis migratorias.
A solo unos días de la aparente solución al conflicto humanitario de Panamá, se desencadena ya otra crisis en Colombia. Multitudes de cubanos –la mayoría procedentes de Ecuador–, junto a africanos y asiáticos que suman actualmente más de cuatrocientos, se encuentran en Turbo, sitio fronterizo, luego de haber sido devueltos desde Panamá. El gobierno colombiano ha ordenado trasladarlos hacia Capurganá, a lo que han hecho resistencia, según declaraciones de Emelides Muñoz, secretario de gobierno de Turbo. Sus compatriotas desde Ecuador convocaron para visitar el viernes 20 la embajada de Colombia y tratar de contactar con instituciones de derechos humanos, de la ONU y la OEA en Quito, gesto que demuestra el sentido de unidad entre los cubanos del exilio.
La consigna del momento es: “tenemos que unirnos para acabar de demostrar que necesitamos ser escuchados”. Otros se refieren a la ansiada libertad y ya creen estar en medio de otra crisis: “mantenernos unidos, pedir donde quiera que se esté; pero esto debe terminar ya con el puente humanitario, desde Colombia y Ecuador. Ya la crisis está, no hay marcha atrás: seguir en la lucha por lograr la verdadera libertad”.
Para algunos involucrar a los medios de comunicación resultará determinante, así lo han expresado dos de los migrantes: “hay que buscar más apoyo de la prensa, la de Ecuador y la de todo el mundo”. “Hermanos de la ANCE, la lucha continúa, el mundo está siguiendo de cerca lo que está ocurriendo en Ecuador respecto a la situación de los cubanos. Se cierran las puertas de México, pero se abrirán otras. Acá un ejemplo, los medios de prensa lo hacen, y esto es decisivo”. Otros asumen una actitud más conservadora, aunque muy inteligente y bien pensada: “Les aconsejo no dejarse llevar por los que están tentando a los cubanos a irse a Turbo, Colombia no permitirá en su territorio una crisis humanitaria”.
El resultado final es aún incierto. Las autoridades de Migración y Movilidad Humana de Ecuador no han hecho pronunciamientos al respecto, el presidente continúa ajeno a lo que ya es un hecho innegable. En Turbo la policía colombiana detuvo a diez cubanos y amenazó a otros tantos el pasado jueves 19 de mayo; pero aun así, los miembros de la comunidad cubana de Ecuador continúan el reclamo de sus derechos, dispuestos a lograr su objetivo: llegar a territorio de Estados Unidos.