Más de un centenar de muertos y decenas de heridos en una cadena de atentados en dos bastiones del régimen sirio, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Se cree que la mayoría de las víctimas son civiles. El grupo Estado Islámico ha reivindicado los ataques.
Al menos siete coches bomba han explotado de manera simultánea en las localidades costeras de Tartus y Jableh, en la provincia de Latakia. Cinco de los vehículos estaban conducidos por kamikazes.