TAMPA. Para los norteamericanos amantes de los puros, el tabaco cubano es el fruto prohibido, bloqueado del mercado de Estados Unidos por cinco décadas de embargo contra la nación isleña.
Pero en esta nueva era de normalización de las relaciones está aumentando la perspectiva de la eliminación del embargo. Eso entusiasma a los norteamericanos que ahora están restringidos a traer de vuelta sólo $100 de los puros de alta calidad, y sólo si los compran en la isla.
Sólo hay un problema: Regulaciones anunciadas recientemente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) podrían mantener a los puros cubanos fuera de las tiendas locales de tabaco, al menos hasta dos años después de que termine el bloqueo económico. Y aun así, los fumadores puede que no encuentren el catálogo completo que está disponible en otros países.
“Esta administración está hablando dos lenguajes al mismo tiempo”, dijo Bryan Haynes, socio del bufete Troutman Sanders, con sede en Atlanta, que representa a compañías tabacaleras. “Mientras que construye una mejor relación con Cuba, ha prohibido su producto más famoso”.
Bajo las nuevas normas de la FDA, los cigarrillos electrónicos, puros y vaporizadores personales introducidos en el mercado de EE.UU. después del 15 de febrero del 2007, deben presentar informes detallados de sus ingredientes y del proceso utilizado para su fabricación. Es un proceso similar al que la FDA utiliza para regular la industria de cigarrillos.
La FDA estima que el proceso de solicitud llevaría hasta 1 700 horas para los fabricantes de puros. La industria del tabaco responde que podría llegar a 5 000. En definitiva, podría llegar a tardar hasta dos años para completar este trabajo.
Los puros que ya están a la venta en Estados Unidos pueden permanecer en el mercado mientras hacen la solicitud. No se pueden vender nuevos productos hasta que se reciba aprobación de la FDA.
Aunque algunas marcas de puros cubanos estaban en los estantes de Estados Unidos antes del embargo, tendrán que cumplir plenamente con las nuevas regulaciones, dijo Haynes.
“Algo producido en los años 50 o 60 y no vendido desde entonces no está exento del proceso, según la FDA”, dijo.
Así que si el embargo es eliminado en 2017, por ejemplo, los habanos cubanos puede que no estén disponibles para su venta hasta 2019. Y eso es si Habanos –la compañía estatal cubana que dirige su industria del tabaco– comienza el proceso de la FDA en el mismo momento en que termina el embargo.
La industria del puro de calidad premium hecho a mano –una categoría que incluiría a la mayoría de los cubanos– está presionando para estar exenta de la normativa. Líderes de la industria afirman que sus productos utilizan tabaco puro y nada de productos químicos peligrosos.
Entre los locales afectados por estos reglamentos está J. C. Newman Cigar Co., de Ybor City, que tuerce puros premium a mano con tabaco de Camerún.
“Estamos disgustados con la decisión de la FDA de tratar a los puros premium como a los cigarrillos”, dijo Eric Newman, presidente de la compañía. “Este será un verdadero desafío para nosotros a largo plazo, pero estamos listos para la lucha”.
Los diferentes tipos de puros vendidos por la misma marca se consideran productos separados y cada uno debe cumplir con las regulaciones.
Hacerlo tendrá un costo de hasta $330 000 por producto, según estimaciones de la FDA, mientras que la industria del tabaco sostiene que la cifra está más cerca de $1 millón.
De cualquier manera, dijo J. Glynn Loope, director ejecutivo del grupo de defensa Cigar Rights of America (Derechos de Puros de Estados Unidos), es dudoso que las operaciones de boutique puedan pagar el precio. Las empresas más grandes, dijo, pueden recortar el número de nuevos puros que producen y sacar algunos puros que ya están en el mercado para evitar los costos regulatorios. Newman dijo que es una posibilidad para su compañía.
Probablemente Cuba participe inicialmente en el mercado de EE.UU. de forma limitada, dijo Jeff Borysiewicz, fundador de Cigar Rights of América.
“En el mejor de los casos, Cuba traería a EE.UU. sus dos mejores marcas”, dijo.
Pero para Cuba puede valer la pena participar de lleno.
Richard Feinberg, importante miembro de la Iniciativa para Latinoamérica en el Instituto Brookings, ha estimado que el mercado norteamericano de puros de EE.UU. podría inyectar $200 millones de dólares adicionales en la economía cubana, aunque el pronóstico se hizo antes de las nuevas regulaciones de la FDA.
Simon Evans, portavoz de Imperial Tobacco con sede en Londres, que es el socio de distribución internacional de Habanos, reconoció que la nueva política de la FDA creará obstáculos.
“Los reglamentos, sin duda, tendrán un impacto en el mercado y aumentarán algún costo operativo”, dijo. “Sería tonto especular acerca de la posible fecha de eliminación potencial del embargo. Sin embargo, el equipo de Habanos sigue trabajando duro para estar plenamente preparado para esa eventualidad”.
Los norteamericanos que visitan Cuba pueden traer de vuelta habanos para uso personal, con un tope de $100. Es una de las políticas aprobadas por la administración Obama en los últimos 18 meses.
Pero con eso no se compra mucho, dijo Borysiewicz. Una caja cuesta entre $200 y $500 dólares.
A pesar de que los habanos cubanos no están aprobados por la FDA, no se espera que las nuevas regulaciones afecten las importaciones de pequeñas cantidades para uso personal.
“Debido a que la cantidad de mercancía importada a Estados Unidos en los embarques personales normalmente es pequeña, tanto en tamaño como en valor, la amplia cobertura de estas importaciones normalmente no se justifica”, dijo el portavoz de la FDA Michael Felberbaum en un correo electrónico.
Si se elimina el embargo, la ley norteamericana que regula la importación desde Cuba de tabaco para uso personal será la misma como la existente para todos los demás países, con un aumento de lo que se puede traer de regreso hasta un máximo de 100 puros con un precio tope de $800.
Aún así, Borysiewicz dijo que eso no incluye el costo y el tiempo del viaje a Cuba.
Lo que esperan los aficionados norteamericanos a los puros dijo, es poder visitar su tienda local de tabaco y elegir de un catálogo completo de habanos cubanos. Pero parece que tendrán que esperar más tiempo de lo pensado.
“Cuando se elimine el embargo, estaríamos celebrando un nuevo día en las relaciones EE.UU.-Cuba”, dijo Haynes, el abogado. “El símbolo de eso debe ser el habano cubano”.
Foto de portada: Edición limitada de Cohíba 50, uno de los 2,000 hechos por el 50 aniversario de la marca cubana, en la apertura del Festival del Habano, en La Habana, en febrero / Desmond Boylan / Associated Press.
(Tomado de Tampa Bay Times)
Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.
