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Transexuales, el eslabón más débil

Una de las transexuales más conocidas en Cuba (Foto: Manuel Díaz)

Una de las transexuales más conocidas en Cuba (Foto: Manuel Díaz)

LA HABANA, Cuba.- El desconocimiento y el miedo a lo distinto ha provocado que en Cuba, como en muchos países de América Latina, la realidad de la comunidad transexual se vea envuelta en marginalidad, peligro y prostitución. Los infaustos prejuicios gubernamentales y sociales han logrado mantener a esta minoría en la exclusión y el rechazo.

Lucy, una transexual cubana que vivió el desprecio en carne propia y se vio obligada a marchar hacia Canadá, donde vive hace más de 10 años, cuenta desde su blog la difícil historia que le tocó vivir por el simple hecho de ser “distinto”.

“Una sociedad como la que ha hecho posible casi todos mis sueños dista de ser perfecta, pero se acerca mucho más a lo que aspiraba y que me prometieron en el sitio en que nací. Allí la ideología va por delante”, señaló en su web.

Apertura con muchas trabas

La primera operación de cambio de sexo en Cuba ocurrió el 22 de mayo de 1988 a quien después asumiría el nombre de Mavi Susel. Las operaciones de readecuación genital fueron aprobadas oficialmente por el gobierno de la Isla el 4 de junio de 2008 mediante la Resolución 126 del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), que dice expresamente: “Crear el Centro de Atención para la Salud Integral de las Personas Transexuales, como la única institución del Sistema Nacional de Salud, autorizada para realizar tratamientos médicos totales o parciales de reasignación sexual”.

Estas intervenciones quirúrgicas, pese a sus altos costos, se realizan gratuitamente en la Isla para las personas estrictamente seleccionadas por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

La máster en ciencias Mayra Rodríguez señaló en una conferencia titulada Trastornos de la identidad de género, diagnóstico y acompañamiento psicológico que el proceso de estudio en la institución hasta llegar al dictamen demora más de dos años.

“Todo esto lleva un estudio y seguimiento psicológico, un tratamiento hormonal, luego se da comienzo de una vida al paciente como miembro del sexo al que se siente pertenecer (Incluye cambio de documento de identidad) y posteriormente una cirugía de reasignación genital”, señala el informe.

El CENESEX tiene establecido que toda persona que acuda a la institución para la “Reasignación Sexual”, tiene que tener en cuenta todo el proceso, según explica el documento emitido por el Servicio de atención a personas transexuales.

“En primer lugar recibirá dos citas, la primera para iniciar las entrevistas con el equipo psicológico del Centro y la segunda para realizar su historia clínica y exploración física por parte del equipo endocrinológico”, refiere el escrito.

El Dr. Ramiro Fragas Valdez, uno de los principales médicos en estos temas dentro de Cuba, en su conferencia Aspectos quirúrgicos de la transformación del hombre en mujer, dada cuando el gobierno decidió volver a retomar estas operaciones, señala que la cirugía de reasignación sexual o genitoplastia a personas transexuales es muy compleja y necesita de un equipo multidisciplinario que va desde el trabajador social, especialistas de salud mental, juristas, endocrinólogos, clínicos, sexólogos y cirujanos.

Como en Cuba todavía no existe una ley que respalde estas operaciones de cambio de sexo, el CENESEX coordina todos los procesos con el Ministerio de Justicia para facilitar la documentación necesaria para el cambio de identidad, pues la ley cubana actual solo asigna la identidad sexual de la persona según la forma de sus genitales.

“Todo esto es un largo proceso entre trámites y consultas. Son afortunados los que llegan al final de todo ese camino”, comenta Roberto Díaz, un miembro de la comunidad LBGT (Lesbianas, Bisexuales, Gays y Transexuales) en Cuba.

“En mi opinión, todas estas acciones las realizan para subsanar los grandes errores que cometió el gobierno cubano a partir de 1959 con los que tenían gustos diferentes a los establecidos por la ley”, añadió.

Discriminación social: un tema por debatir

La tesis doctoral de Mariela Castro (2014), directora del CENESEX, señala que la postura de la sociedad cubana actual, a través de sus instituciones, se caracteriza por la desprotección hacia estas personas, lo que es perjudicial para el funcionamiento de la sociedad.

“La desigualdad social de las personas transexuales en Cuba se expresa en violencia física y psicológica, problemas de salud, elección del trabajo sexual, nivel educacional por debajo de la media nacional, limitadas opciones de trabajo, desvinculación familiar, situación habitacional con dificultades, limitadas intervenciones sociales por el insuficiente reconocimiento de las necesidades de este grupo, falta de información y la existencia de barreras sociales al proceso de integración de estas personas”, señala el texto.

En esta tesis también refiere que un gran porciento de los transexuales en el país no tiene participación dentro de la sociedad cubana, ni siquiera en la toma de decisiones.

Por otra parte, Jordan Ajete, joven estudiante universitario, considera que la aceptación a los homosexuales y bisexuales se ha acrecentado bastante en los últimos años, pero no cree que haya ocurrido lo mismo con los transexuales. “Espero que en un futuro sean aceptados como los demás”, afirmó.

Sin embargo, algunas personas como Gilberto Hernández, un veterano miembro de la comunidad LGBT, considera que no ve necesario un cambio de sexo para que a una persona le guste otra del mismo género.

“Para mí solo es un trastorno de personalidad, aunque en la comunidad LGBT son bien aceptados y respetados; sin embargo, en la calle no sucede esto”, comentó, concluyendo que “mientras las leyes cubanas no respalden a los que tienen orientación sexual diferente, nada en Cuba cambiará”.

Mariette Pathy, una reconocida fotógrafa extranjera que vino a la Mayor de las Antillas para una serie de obras titulada “TransCuba”, en una entrevista expresó que lo principal, según su punto de vista, es que deben legislarse dos leyes para que cuando una persona pase de un género a otro pueda cambiar su nombre de nacimiento y puedan tener la libertad de trabajar en cualquier campo que quieran.

“Los maestros y los estudiantes deben aprender a aceptar, en lugar de intimidar a las personas que son diferentes a ellos. Pero creo que lo mismo puede decirse para todos los países del mundo”, añadió.

La Asamblea Nacional aún sigue haciendo caso omiso a las recomendaciones que realiza la propia hija del general-presidente. El gobierno cubano votó a favor de la resolución presentada en el Consejo de Derechos Humanos a favor de la Comunidad LGBT, pero aún sus leyes no legalizan la situación marital de miles de personas que viven en tal situación.

Wendy Iriepa, una de las transexuales beneficiadas con la operación de cambio de sexo, en una entrevista a un medio independiente afirmó: “Estamos abiertas a todo el que quiera conocernos y ver que no somos monstruos; que no hemos roto las normas sociales porque hemos querido sino porque somos así y debemos ser respetadas; que merecemos un lugar y que se nos mire no como bichos raros, sino como personas de esta sociedad, personas de estos tiempos”.

Mientras tanto, Lucy, la transexual cubana residente en Canadá, se dedica a buscar apoyo para los suyos. “Solo pido que, antes de ridiculizar a una persona transexual, recuerden que no han vivido los dolores de esa vida y que no entenderán nunca lo que han pasado esas personas tan dignas de respeto y amor”.

Written by CubaNet

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