Los venezolanos enfrentan a diario un persistente incremento en el precio de bienes y servicios, lo que se traducido en la destrucción de la capacidad adquisitiva de los venezolanos. El más reciente informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, reveló que la canasta básica para los venezolanos superó los 256.146,79 bolívares, 7 veces más del total del salario mínimo,por persona.
Este alza de 98.313,49 bolívares (62%) en comparación con enero y de 218.186,43 bolívares (574,8%) en relación con abril de 2015, representa que en el último año el costo de la vida se multiplicó por 7.
Para que una familia d 5 miembros pueda vivir, debe reunir 22,1 salarios mínimos, que estaba en 11.577,81 bolívares, antes del aumento de 30% decretado en mayo. Mientras que en el cuarto mes del año pasado se podía cubrir con 6,8 salarios mínimos, que para ese entonces llegaba a 5.622,48 bolívares.
Este incremento, respondió según los investigadores, al aumento de precios de seis de los siete grupos que la integran.
VEA TAMBIÉN: OPINIÓN | Venezuela en periferia de Cuba
Artículos de higiene personal y de limpieza del hogar, pasaron de 5.816,33 bolívares a 7.673,67 bolívares; es decir, un alza de 31,9%. “La crema dental varió de 50,00 bolívares a 308,33 bolívares (516,7%); las toallas sanitarias de 126,67 bolívares a 226,67 bolívares (78,9%); la espuma de afeitar de 364,67 bolívares a 608,67 bolívares (66,9%)”, indica el informe.
El segundo grupo que más aumentó fue el de alimentos: de 142.853,20 a 184.906,35 bolívares (29,4%). “Todos los rubros de la canasta alimentaria subieron: carnes y sus preparados 61,7%; raíces, tubérculos y otros 50,2%; azúcar y sal 40,7%; leche, quesos y huevos 38,7%; café 31,6%; grasas y aceites 28,9%; frutas y hortalizas 18,4%; cereales y productos derivados 13,9%; pescados y mariscos 4,4%; granos 4,3% y salsa y mayonesa 1,9%”.
Además, el gasto en educación registró un alza de 27,6%; el de alquiler de vivienda 17,3%; el de vestido y calzado 5,6%; el de salud 1,4%, y el de servicios públicos básicos se mantuvo como en marzo.
El Cendas apunta que la diferencia entre los precios controlados por la Sundde y los precios en los que expenden los bienes en puntos de venta formales e informales es de 2.681,70%.
A juicio del director del Cendas, a pesar de que los trabajadores perciben un nuevo salario mínimo, la inflación desbarrancada continúa cercenando el poder adquisitivo de los venezolanos. “El Cendas tiene por objeto medir el poder adquisitivo del salario mínimo, pero en el último mes se ha convertido en un medidor del hambre. En el país ya aprendimos que los aumentos de salarios nominales no sirven, lo que hay es que controlar la inflación y eso solo ocurre si se reconoce verdaderamente el problema”.
Con información de: El Nacional