Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia y la paciencia de los venezolanos comienza también a desaparecer como los alimentos de los anaqueles y las medicinas de las farmacias.
Este miércoles nuevamente, las protestas son la noticia del día en Venezuela, entrando las fuerzas policiales del Estado para contener las manifestaciones, que ratifican el descontento popular de los venezolanos con el gobierno de Nicolás Maduro.
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— Libertad (@sorasan22) June 1, 2016
Hoy la principal autopista de Caracas que interconecta el oriente y el occidente venezolano volvió a ser el escenario para que los ciudadanos de Petare – zona popular de la capital venezolana- exigieran la restitución del servicio de agua, luego de pasar más de 15 días sin agua y sin respuesta de las entidades gubernamentales.
Como era de esperarse, sin mediación política, las autoridades policiales aparecieron para reprimir con bombas lacrimógenas.
Los docentes también manifestaron en Miranda para exigir mejoras salariales. Actualmente los educadores venezolanos con postgrado, están inclusive por debajo del reciente salario mínimo incrementado por el primer mandatario.
El pasado martes, en La Urbina (Caracas) personas en cola esperando la llegada alimentos, se quejaron por la falta de productos y sólo consiguieron obtener pañales, pasta dental y mantequilla, tres de los productos más escasos en el país caribeño.
En el Hospital Oncológico Luis Razzetti de Caracas, pacientes, familiares y médicos manifestaron a las afueras de la institución para exigirle al Ejecutivo, con pancartas y consignas, que acepte los medicamentos que quiere aportar la comunidad internacional.
Entes como la Organización Mundial de la Salud y Cáritas han decidido brindar a Venezuela la ayuda humanitaria, pero el gobierno madurista, han negado la posibilidad de recibir esta ayuda por considerarla “innecesaria”.
Charallave (estado Miranda) también se abre paso en un comercio de la zona, a la espera de venta de productos regulados. En Táchira, por su parte, manifiestan por la inseguridad, una realidad que se siente a nivel nacional y que ha hecho de Venezuela, el país más violento del mundo.
PROTESTA Marcha de los bastones nuestros ancianos fueron reprimidos x la GNB cuando exigian sus cesta ticket pic.twitter.com/PAup0sfSUn
— Sol Rojas (@Sol651) May 31, 2016
No hay edad en la lucha por la calidad de vida. Los abuelos en la “Marcha de los bastones”, exigieron el “bono de alimentación” que les permita comprar sus medicinas, pero inclusive a los adultos mayores, el madurismo siente como una amenaza interviniendo los cuerpos de seguridad del Estado.
Catia, al oeste de Caracas, se encendió este martes al coro de: ¡Queremos comida! luego de que más de cien personas realizaran una cola desde la madrugada en el mercado municipal del sector, para luego recibir una respuesta negativa sobre la venta de productos.
Genera gran expectativa el hecho de que son precisamente los sectores populares de Venezuela, quienes están saliendo a protestar, cansados de las precarias condiciones a la que están siendo sometidos. Un gobierno que tradicionalmente se ha jactado del apoyo popular, hoy tiene a un pueblo en contra pasándole factura por sus erradas políticas económicas.
@mafermusa / Cubanos por el Mundo
