El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, lloró en plena conferencia de prensa del Consejo de Gobierno, realizada la tarde de este martes en Casa Presidencial como se acostumbra.
El quebranto de su voz y su cara entristecida se dieron luego de que al Mandatario se le consultara sobre su encuentro con el Papa Francisco, con quien habló, entre otros temas, sobre la crisis de migrantes.
El presidente Solís ahondó según lo que el propio Vicario de Cristo le comentó y la preocupación que supone dicho tópico para la Iglesia Católica.
“Hablamos del fenómeno de las migraciones como tema internacional. El Santo Padre compartió conmigo una anécdota desgarradora de un grupo de rescatistas que le llevaron hace pocos días un pequeño salvavidas que llevaba puesto una niña que se ahogó en Lampedusa (Italia) (frena la conversación), y entendí al Santo Padre, la dimensión que es esencialmente humanitaria”, indicó el Presidente.
Solís añadió que, precisamente por esa razón, el Papa agradeció al pueblo costarricense sobre su labor en el tema migratorio, cuando tras varias negociaciones se logró resolver el ingreso masivo de cubanos que hacían fila en el país para continuar su éxodo hasta Estados Unidos.
Crisis de cubanos
El 10 de noviembre, las autoridades de la Policía de Migración y la Fiscalía desarticularon una banda que traficaba personas migrantes, sin imaginar lo que esto desencadenaría, pues terminó en una crisis humanitaria con 8.042 cubanos atrapados en Costa Rica.
La situación comenzó el 12 de noviembre, cuando en la frontera de Paso Canoas había acumulados unos 1.300 cubanos, quienes pedían poder continuar hacia Estados Unidos, su país de destino, y que al día siguiente ya eran 1.500 cerrando el paso por dicha frontera al bloquear la carretera y quienes exigían que se les dejara continuar su camino.
Lampedusa
A esta isla, ubicada geográficamente en África pero perteneciente a Italia, decenas de inmigrantes arriban intentando huir de las crisis que viven decenas de países, entre ellos Nigeria.
El caso más reciente fue el de una niña de tan solo 9 meses que llegó sola a dicha zona, luego de que su madre y otras personas que realizaban el peligroso viaje perecieran en el mar.
Fuente: La Prensa Libre