De “histérico, torpe y poco ético” calificó Cuba la acción del Secretario General de la OEA Luis Almagro, al proponer la activación de la Carta Democrática contra Venezuela, como mecanismo de presión a la crisis política, económica y social que vive el país petrolero.
Tales declaraciones fueron emitidas a través de un comunicado de la cancilleria de la Isla, quien ademas condenó que tal mecanismo no se haya aplicado durante el intento de golpe de estado en el 2002 a Chávez y otros escenarios similares en toda américa latina.
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— JoseCarlosRguez (@JoseCarlosRguez) June 3, 2016
Almagro convocó a una reunión de urgencia para abordar la situación en Venezuela invocando la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo que prevé sanciones en casos de alteración o ruptura del orden democrático. El ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba llamó a esta gestión “convite traicionero contra Venezuela”.
El debate celebrado el miércoles por la Organización de Estados Americanos (OEA), se saldó con una declaración de apoyo al diálogo en Venezuela.
Un comunicado publicado por la Cancillería cubana asegura:
“El señor Almagro trató ahora de aplicar la Carta Democrática Interamericana, en particular su artículo 20, dirigido supuestamente a lidiar contra las rupturas o alteraciones graves del orden constitucional, que no fue invocada cuando el golpe militar del 2002 contra el presidente Hugo Chávez Frías, ni para condenar los golpes de Estado ni los intentos golpistas que en los últimos quince años han estremecido la región, excepto en un único caso en el 2009 en el que Estados Unidos y algunas fuerzas de derecha hicieron fuerte resistencia. Para ello, sin mandato de los Estados Miembros, atribuyéndose prerrogativas que no tiene, con ayuda de elementos de la oposición golpista venezolana y de otros personajes reaccionarios de dudosa reputación, escribió un calumnioso e injerencista informe que, en violación de procedimientos, hizo público. Todo parecía servido para un paseo triunfal, pero el Secretario General, los burócratas de la OEA y sus truculentos mentores olvidaron que no vivimos en 1962, cuando con vergonzosa complicidad se juzgó y condenó a Cuba socialista”.
Con información de: MartiNoticias