Casi 60 Damas de Blanco y varios activistas fueron detenidos este domingo en La Habana y Matanzas para impedirles asistir a misa y participar en la campaña #TodosMarchamos, que pide la liberación de los prisioneros políticos, informaron fuentes de la disidencia interna.
En la capital, la Seguridad del Estado y la Policía “acordonaron” el parque Gandhi, sitio en el que se reúnen los participantes en la campaña antes de iniciar su marcha. Además, los activistas fueron “cercados” en sus casas para impedirles salir, dijo a DIARIO DE CUBA Antonio G. Rodiles, cuya vivienda estuvo entre las sitiadas.
“Es el nuevo modus operandi del régimen, no permitir salir de las casas y que el parque Gandhi está completamente sitiado”, dijo Rodiles, uno de los coordinadores del Foro por los Derechos y Libertades (ForoDyL), que impulsa #TodosMarchamos.
El opositor señaló que solo dos Damas de Blanco y un activista pudieron llegar al parque. Las mujeres, una de ellas de cerca de 70 años, fueron arrestas al iniciar la caminata por la Quinta Avenida que durante más de una década ha representado el reclamo del grupo femenino por la libertad de los prisioneros políticos y el respeto a los derechos humanos.
Rodiles dijo además que en la sede de las Damas de Blanco, en Lawton, fueron detenidos una veintena de mujeres y tres hombres. Otras cinco integrantes del movimiento habrían sido capturadas al salir de sus casas.
En Matanzas, 30 Damas de Blanco de varias localidades fueron detenidas para impedirles asistir a misa, dijo a DIARIO DE CUBA Leticia Ramos Herrería, representante de la organización en la provincia.
Siete de las mujeres fueron “agredidas brutalmente”, aseguró Ramos.
La activista señaló que desde hace alrededor de dos meses la policía política impide a Damas de Blanco de Matanzas acudir a las iglesias. Este domingo, solo 12 pudieron ir a misa.
“La represión se está recrudeciendo cada día más. La Seguridad del Estado dice que ya se acabaron las misas, que no van a permitir que ninguna Dama de Blanco asista”, alertó.
Detalló que, en el caso de Colón, las mujeres fueron interceptadas al salir de la casa de Caridad Burunate.
“Les dijeron que tenían que virar para sus viviendas. Ellas respondieron que iban a seguir para la iglesia como todos los domingos”, relató. En el momento del arresto, “empezaron a gritar consignas como ‘Vivan los derechos humanos’, ‘Respeten los derechos humanos’, ‘Abajo la dictadura de los Castro'”. En respuesta, los agentes “las golpearon por el rostro, la espalda, el abdomen”.
La misma suerte corrieron varios activistas que las apoyaban. Uno de ellos seguía detenido en el momento de redactar esta nota. Ramos consideró que eso se debe a la “brutal golpiza” que recibió.
Con frecuencia, el régimen retiene a activistas muy golpeados para evitar que muestres las lesiones y magulladuras como prueba de la represión.
Ramos dijo que varias de las mujeres liberadas presentan hematomas.
“Lo que está ocurriendo es lo que se veía venir y lo que han facilitado de muchas formas la comunidad internacional y los actores políticos que tienen que ver con Cuba”, opinó Antonio G. Rodiles.
“Al no hacer un reclamo al régimen, al no denunciar lo que está ocurriendo aquí con la violación de los derechos humanos y toda la violencia que está ejerciendo el régimen, este siente que tiene mucho más espacio y por eso está haciendo todo esto que estamos viendo”, advirtió.
“Es evidente que el régimen está tratando de acabar con toda la oposición y, en específico, con el ForoDyL y la campaña #TodosMarchamos”, afirmó Rodiles.
“Ellos van a seguir mientras no haya un freno por parte de la comunidad internacional y reciban una presión fuerte. De todas formas, nosotros seguiremos trabajando y preparando nuevas estrategias”, aseguró.
Publicado en Diario de Cuba
