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¡Jama, Conexión o Muerte!: ¿qué tanto importa a los cubanos el Internet?

Cuenta regresiva hacia el 3G en Cuba. Foto de archivo.
Cuenta regresiva hacia el 3G en Cuba. Foto de archivo.

TECNOLOGÍA "UNDERGROUD" EN CUBA: LA OTRA CARA DE UNA SOCIEDAD DESCONECTADAEs sabido que los entogados intelectuales del Imperio Bizantino pasaban largas jornadas discutiendo si los ángeles eran hembras o machos, y otras guanajerías afines; y que esto dio lugar a la expresión “discusión bizantina” en referencia a debates inútiles.

Los cubanos no tenemos mucho que ver con aquel Imperio, “Menos mal que naciste en Occidente, adolescente…”, pero de alguna rara manera heredamos su costumbre.

¡Fíjense si es así que hemos terminando mezclando en un mismo rifirrafe la comida con el Internet! Pocas veces se alborota tanto la microesfera pública nacional como cuando la noticia involucra alguno de estos dos asuntos.

Entonces la gente se pone reflexiva, relacionan la gimnasia con la magnesia y se cuestionan qué debe ir primero: si la yuca o el YouTube, como si no fuese el viejo dilema del huevo y la gallina.

Básico y “no básico”

En medio de tal porfía— y en cualquiera de sus orillas—, el que más cagado queda siempre es el Estado cubano, pues el debatiente lo asume incapaz de gestionarnos la satisfacción de “necesidades básicas” y “no básicas” a la vez.

También aparece el criterio oportunista, que identifica los reclamos de mayor acceso a la Red con una supuesta cobertura de las necesidades básicas. Esto tendría sentido si no fuera porque el reclamo de marras no es ni remotamente masivo: aquí piden Internet los que ya tienen o han tenido un poco, y quieren más. Como en el cuento de “anda, chica, solo la puntica”.

La mayoría de la población apenas escuchó en la Mesa Redonda que existe una cosa etérea y no apta para cubanos ideológicamente inmunodeprimidos (por aquello del virus de la duda revolucionaria), donde uno se puede enterar de noticias diversas, y encontrar información y entretenimiento desde una computadora o teléfono móvil.

Un océano de desconectados pasa todos los días por el parque del wifi y se burla de quienes no despegan la vista del celular. “Mira pa’ llá como comen bola”, escuché decir a una mujer con más pinta de envidiosa que de ignorante.

Que sean los jóvenes quienes más importancia le otorguen a Internet no parece exclusivo de Cuba, pero definitivamente entra en la ecuación si consideramos que casi el 20% de los cubanos tiene 60 años o más, y que el grupo generacional que le precede (la generación del bigote) a fuerza de experiencia acumulada suele ver el ejercicio de la protesta como una peligrosa pérdida de tiempo.

A todos, sin embargo, nos importa el mercado estatal desabastecido a 20 metros de otro de oferta y demanda, …también desabastecido, pero no tanto.

Internet no llena como un plato de frijoles, ni calza a nadie directamente, pero a la larga se materializa en fuente de desarrollo social, civilización y calidad de vida. Luego ponerlo en la balanza de las prioridades, además de resultar muy cruel, solo sirve a intereses obstruccionistas.

Aquí también corre el 2016: la modernidad impone nuevas “necesidades básicas” y el raquitismo informado es un derecho inalienable.

Del Módem a WIFI_ETECSA

Según han dicho directivos de ETECSA a la prensa internacional, en la Isla están habilitadas más de un millón de cuentas permanentes del servicio Nauta, y se ejecutan cerca de 50 mil conexiones todos los días.

Para la idea que se tiene de la baja penetración de Internet en Cuba, esas cifras pueden enredar a cualquiera, sobre todo si le sumamos los accesos desde centros laborales o estudiantiles, y desde las casas de médicos, maestros y culturetas. Uno pensaría “no está tan calvo el asunto…”; pero hay que ver lo que hacemos con ese Internet:

¿Se le puede llamar “acceso funcional” a una conexión extremadamente lenta y restringida al consumo miserable? La mayor parte de los médicos que se conectan en sus hogares tienen una cuota de 24 horas al mes. Y habrá quienes sepan aprovechar la hendija para navegar, pero los que yo conozco reservan su cuota para el correo electrónico.

¿Es funcional el acceso desde los centros laborales? La Resolución 127 del Ministerio de Informática y Comunicaciones pende sobre las cabezas de la gente, y basta atravesarse un poquito para que las administraciones la invoquen con el fin de amenazar, reprimir o expulsar.

Esto no afecta solo a cibercriticones: fue famoso aquel trabajador despedido por tener en el ordenador de su empresa un documental educativo sobre la sexualidad humana. Para hacerlo todo más ridículo aún, el documental había sido transmitido por la televisión cubana, que más anti-porno no puede ser. El tipo seguramente le caía mal al director.

Si un día de estos usted tiene tiempo y quiere desmollejarse de la risa (y encabronarse a la vez), busque la Resolución 127, para que vea cuán puñetero es depender del Internet destinado a funciones laborales.

Nos queda el Internet del parque, que se consume en contacto con la naturaleza, o sea, sentado al sol sobre una raíz de majagua con un par de hormigas locas retozando en tus canillas. Este pudiera ser funcional porque, como norma, es bastante rápido, y permite acceder a casi cualquier servicio de la Red, excepto a algunos sitios defenestrados como el diario 14ymedio, o las webs de Cubaencuentro y Martinoticias, pero del lobo un pelo.

WIFI_ETECSA sería aceptable, masificable, si no fuera por dos pequeños detalles:
a) el transporte público está en candela y hay que desplazarse hasta el parque; y
b) cada hora de conexión equivale a un litro de aceite de girasol…
No duden que igual ETECSA hubiese conquistado su primer millón de nauteros si el servicio Nauta fuera solo chats y videollamadas al exterior.

Por Alejandro Rodríguez Rodríguez

Written by Alejandro Rodríguez Rodríguez

Periodista; bloguero por telepatía..., desde Camagüey, Cuba.

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