La ministra de salud de Venezuela, Luisana Melo, aseguró este martes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que la “pobreza y el hambre en su país han disminuido.
Según manifestó Melo, la pobreza general en e país disminuyó de 28,9%, en 1998, a 19,7% en 2016, al tiempo que señaló que la pobreza extrema bajó de 10.8% en 1998, a casi 5% en 2016.
Las declaraciones de la ministra venezolana desataron la furia de los venezolanos en las redes sociales, por considerarlas “una mentira” ante la realidad del país, que atraviesa un desabastecimiento del 85% solo en Caracas, capital de ese país, siendo las regiones del interior, las más afectadas.
Además, Melo informó que la tasa de mortalidad infantil en Venezuela durante 2015 fue de 14,79%, contrastándola con la del año 1998 que fue de un 21,36%. Según la funcionara, el desempleo disminuyó y los pensionados aumentaron.
Pero la realidad en la calle es otra, por los menos para los familiares de Oliver Sánchez y Alexander Guerra. Dos niños que le pusieron nombre a la tragedia que viven miles de niños en Venezuela por no poder conseguir los medicamentos para tratar su cáncer, entre otras enfermedades que también cobran vidas.