La vida en Cuba y la complejidad entre el qué quiero y el qué puedo. Si Jorge Guevara, un médico graduado en La Habana decidiera ejercer su profesión, en un país como Estados Unidos, su salario rondaría por las 6 cifras. Pero siendo en Cuba, músico de una banda tropical que entretiene a los turistas en Varadero, logra ganar mucho más que en la práctica medicinal.
“En Cuba, tenemos una pirámide socioeconómica invertida”. En la Isla, un mesonero logra ganar mucho más que un ingeniero y tener una carrera no significa necesariamente un pago mayor.
¿Por qué pasa esto? Secuelas claras de décadas de socialismo, de una economía en la que las habilidades profesionales no son precisamente el estándar laboral. Porque la única fuente que ha permanecido en crecimiento, es el turismo. Es ahí, donde las propinas, especialmente que ganan los músicos, superan los salarios mensuales, por ofrecer un talento a ajenos, que en casa no es valorado.
La riqueza musical cubana pasa desde el son, rumba, danzón, conga, mambo, cha-cha-chá, Latin jazz, es disfrutada por quienes van a deleitarse de los parajes cubanos. Antes de Fidel Castro, la Habana marcaba pauta en el son mundial, con calidad de exportación.
Sin embargo, no siempre fue una profesión lucrativa . A sus 87 años, Reyes Urquellés comenta cómo se convirtió en un consumado saxofonista y bajista antes la revolución, pero aún tenía que trabajar como oficial del puerto transportando sacos de azúcar. ” No se podía vivir de la música en ese entonces”
Lo que cambió fue que el régimen de Castro convirtió a los músicos en trabajadores estatales pagados , llamados a realizar la revolución dónde los necesitaba. Se creó un proceso de certificación . Urquellés , al igual que muchos de los grandes de la música cubana “fue un músico empírico ” un músico autodidacta. Empezó ganando 400 pesos al mes , un salario que cubría todas las necesidades de la vida y algo más.
El nuevo régimen comunista estableció también la música como un sujeto “revolucionario ” que se imparte en la escuela regular. Las personas con talento especial fueron enviados a conservatorios encargados de convertir el ritmo en una virtud.
¿En qué se ha traducido este impulso? En que todo lo que ha creado, se ha convertido en un producto superior y codiciado, al que el gobierno de Castro saca provecho, con la etiqueta de registro de propiedad estatal con licencia, el más grande del país.. Se incluyen actos tales como Ibrahim Ferrer de Buena Vista Social Club y la banda de jazz latino de Irakere de Chucho Valdés , ganador del Grammy.
Cuba también hace que el dinero de miles de músicos menos conocidos pero excelentes, llegue a una gran cantidad de turistas, en cualquier zona de la Isla. Bien sea que esté comiendo arroz frito grasiento en el barrio chino de La Habana, o en la cocina francesa de la Mansión Xanadú, un lugar elegante de 1930 construido por un heredero de DuPont en Varadero – podrás disfrutar del lujo de entretenimiento en vivo.
Estos artistas reciben su pago por el lugar y tienen que dar una porción de sus ganancias a la empresa estatal que los representa, pero las propinas les pertenece.
Aunque las ganancias no son suficientes para comprar un automóvil, si pueden comprar un computadora Apple , como Carcassés hizo en un viaje a los EE.UU, lo que representa un salario estatal de $22 al mes, por varios años sin incurrir en gastos en la Isla – es decir, ahorrando cada centavo que entra.
Publicado originalmente en inglés en QZ
