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Dentaduras postizas, un negocio ilegal que prolifera en Santiago de Cuba

clinica070616La Salud Pública es uno de los escudos que el régimen suele interponer ante cualquier crítica. La accesibilidad gratuita y las “misiones” en diversas partes del mundo son temas recurrentes en la prensa oficial. El férreo control estatal impide a los medios hablar de la crisis estructural y de insumos que padece el país. Menos, de la posibilidad paliativa de que parte de los servicios pasen a ser privados.

Pero las prácticas privadas existen desde hace años, más allá de los “regalitos” en especies o dinero que muchos hacen a doctores y enfermeras para ser atendidos rápidamente y mejor.

Existe una rama médica cuya crisis es continua por la necesidad de recursos mayormente importados: la sección de prótesis del área de estomatología.

Es una de las pocas áreas de la salud cubana que cobra, aunque los precios son módicos: 10 pesos (moneda nacional) por prótesis.

Sin embargo, conseguir una dentadura postiza puede tardar meses, y hasta años si la historia clínica se pierde en el tortuoso sistema escalafonario.

Le sucedió a la santiaguera Emilia, de 74 años. Tuvo que hacer todo el proceso nuevamente por la pérdida de su historial. Lleva en espera año y medio. A Rosa, de 80, al cabo de nueve meses de espera le dieron ingreso en el proceso, solo para recibir turnos mensuales los siguientes cuatro meses por la falta de material para confeccionar dentaduras.

Hospitales en crisis con tratamiento para el cáncer/Foto: Diario de Cuba
Hospitales en crisisr/Foto: Diario de Cuba

Se dan casos grotescos. Profesionales del sector visitaron las viviendas de Enrique Pérez y Sarvelia González cuando estos llevaban más de un año fallecidos.

La única manera de resolver una prótesis de forma rápida es acudir a las consultas clandestinas privadas. En Santiago de Cuba existen varias. A pesar de su ilegalidad, encontrarlas no es difícil.

Enrique, de 64 años, primero visitó a un conocido técnico retirado. “Me cobraba 450 pesos por cada una; yo no podía pagarla, entonces una vecina que trabajaba en la Escuela de Estomatología me contactó con una técnica de allí”, relata. “Fui a su casa en Veguita de Galo y me las hizo las dos en una semana por 500 pesos”.

A pesar de los precios —el promedio es de 400 pesos por pieza— la gente acude. En el área “privada” nunca hay crisis de material ni falta de agua. Según una técnica dental del policlínico José Martí, quienes se dedican al negocio reciben los materiales del exterior.

Ricardo es mecánico dental, le viene de tradición familiar. Todavía en la puerta de su casa está la placa de bronce que anunciaba el consultorio. Su trabajo es excelente, aunque caro, una prótesis cuesta 25 CUC, pero sus materiales todos son importados y habla de ello con orgullo.

“Garantizo mi trabajo; es caro, pero oferto lo mejor, estas cosas me las compran en el exterior. No reciclo nada como muchos por ahí hacen con la cera. Ni en el policlínico tienen esta calidad”, asegura.

Pero muchos creen que en la mayoría de los casos el material es sustraído de las clínicas estatales.

“Me estaban haciendo un molde para prótesis por Santa Úrsula y vi como entraba un trabajador de la salud —lo reconocí por la camisa verde— con un paquete envuelto en tela, como acostumbran a hacer. Pasó directo para el interior de la casa adonde le siguió el dueño”, relató Idania.

Lo cierto es que estos consultorios prosperan. Son la solución más rápida si no se quiere estar desdentado.

Publicado originalmente en Diario de Cuba

Written by @diariodecuba

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