El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Morus, ordenó presuntamente la detención al mayor general Cliver Alcalá y al ex gobernador del estado Mérida Florencio Porras. Ambos militares en situación de retiro acusaron al Jefe de Estado de “abandonar el legado del fallecido Hugo Chávez”. El periodista Antonio María Delgado publicó en El Nuevo Herald que la información fue obtenida por “fuentes cercanas a la situación”.
De acuerdo a la investigación, el gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami, quiere arrebatarle el mando de la Guardia Nacional al ministro de Defensa Vladimir Padrino López. El Aissami es investigado en Estados Unidos por su presunta vinculación con el narcotráfico y por vínculos con organizaciones terroristas de Oriente Medio.
Las fuentes le aseguraron a El Nuevo Herald que el gobernador ejerce control sobre los grupos que el jueves agredieron a diputados de la oposición en el CNE, lo que justificaría además el incremento en la represión en Venezuela, en los últimos días.
El reporte agrega que El Aissami controla las unidades represivas de la Guardia Nacional a través del vínculo que tiene con su Comandante General, Néstor Reverol, quien sí tiene una acusación formal en Estados Unidos por presunto narcotráfico.
Las fuentes que hablaron con El Nuevo Herald bajo anonimato, tienen “fluido contacto” con las Fuerzas Armadas y aseguraron que “el narcomilitarismo es el que ahora está a cargo de la brutal represión de Venezuela. Esta es la gente que está dispuesta a hacerlo todo para preservar a Maduro en el poder porque no pueden darse el lujo de que el gobierno se caiga, porque son los que no tendrían mañana si eso sucede”.
Según las fuentes, en el ejército no quisieron acatar la medida de arresto contra Alcalá y Porras. La llevarían a cabo solo si el ministro Padrino López se hace responsable, pero éste tampoco quiere dar la orden, ya que está siendo colocado a un margen y sus órdenes están siendo ignoradas abiertamente por Reverol.
Otra de las fuentes anónimas reveló que “hace dos semanas Padrino le mandó un radiograma a Reverol, y éste no le contestó. El ministro se molestó mucho y envió al viceministro de la Defensa para que le llamara, pero Reverol no quiso atenderle y se limitó a decir: ‘Dile a Padrino que él me llame a mí ’.
El reportaje rememora que la confianza en Vladimir Padrino López decreció desde las elecciones del 6 de diciembre, luego de que este girara la orden a la Guardia Nacional el retorno a sus cuarteles, finalizando así el proceso de votación y bloqueando los preparativos del oficialismo para perpetrar lo que hubiese sido un fraude electoral.
Tarek El Aissami lleva meses tratando sin éxito reemplazar a Padrino con Reverol, pero la propuesta enfrenta gran resistencia dentro del ejército.
