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Internet llega a los hogares cubanos a pesar de ETECSA

Internet llega a los hogares cubanos a pesar de ETECSA
Internet llega a los hogares cubanos a pesar de ETECSA

Las redes wifi de barrio son un fenómeno espontáneo que lleva varios años en constante crecimiento en la Isla. La necesidad de estar conectados, intercambiar datos e interactuar llevó a los más jóvenes a buscar iniciativas. Equipos wifi como los ya populares nanostation, bullet, picostation, roket, antenas de fabricación casera, cables de red, switch, entre otros, llevan esta conexión clandestina de casa en casa e incluso de provincia a provincia.

En el año 2014, el monopolio de telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, comenzó a crear zonas con cobertura wifi para brindar servicio de internet a los cubanos. El precio por una hora de navegación en el ciberespacio es de 2 CUC. La incomodidad, falta de privacidad para usar los servicios de VOIP (llamadas telefónicas por internet), la carencia a veces de un lugar donde permanecer sentado a la sombra, son algunos de los inconvenientes que día a día sufren los cibernautas cubanos. Hoy a dos años de creadas estas zonas, llevar la conexión a las casas está lejos de ser una realidad para ETECSA.

Sin embargo, un grupo de jóvenes informáticos en la provincia Pinar del Río son pioneros en esta tarea y han logrado llevar el internet de ETECSA a los hogares usando las redes de barrio. Conectando equipos inalámbricos las 24 horas a los puntos wifi, enlazan ambas redes y usan la infraestructura que ellos mismos han creado desde hace varios años.

“Nuestras redes nacieron hace años y vienen creciendo en los últimos tiempos a una velocidad increíble. Los puntos de ETECSA son incómodos, las personas escuchan lo que otros hablan por el IMO (aplicación de videollamadas muy usada en la isla), ven los sitios en los que estas navegando. No existe ningún tipo de privacidad, eso sin contar que estos espacios son al aire libre y el calor en verano, el frío en invierno y las lluvias pueden hacer de las suyas”, nos comenta uno de estos jóvenes informáticos que administra una de las redes de barrio en Pinar del Río y que por razones de seguridad prefirió permanecer en el anonimato.

“Simplemente un día conectamos un router (equipo para conexiones inalámbricas) a la red de ETECSA. Luego conectamos a través de un switch (equipo para conexiones cableadas) ese router a nuestra red cableada y tras varias horas ‘cacharreando’ (probando configuraciones) pudimos entrar al portal Nauta desde nuestra casa. Ese mismo día nació la idea: por qué no darle este servicio a todos nuestros usuarios en la red. Simplemente hago lo que ETECSA no ha podido: Llevar el internet a las casas”, añade.

Las autoridades han hecho la vista gorda ante este fenómeno, aunque, según nuestro entrevistado, sí las monitorean constantemente para saber el contenido que comparten. Los administradores cobran a los usuarios un monto mensual de 4 CUC por conectarse a la red.

“Ojo, y que esta parte quede bien clara. Nosotros no revendemos la conexión de ETECSA. No hacemos puentes entre una sesión de Nauta para usar una cuenta entre varias personas, ni revendemos horas de internet. Eso es muy sencillo de hacer, pero no es nuestra línea de trabajo ni nuestro objetivo. No hacemos nada ilegal, simplemente llevamos la conexión hasta las casa. Cada persona deberá usar posteriormente su cuenta de Nauta e ingresar al portal usando sus datos personales, pagando el servicio de ETECSA como si estuviera en un parque. Le estamos consiguiendo más clientes a ETECSA y estamos facilitándole la vía de conexión a nuestros usuarios”, explica otro de los informáticos y administradores de red con que pudimos conversar.

Cada vez son más personas en Pinar que usan los servicios de las redes de barrio para conectarse al internet de ETECSA. Iván López es usuario y navega desde su casa usando su ordenador de escritorio.

“Para mí esto es una gran ventaja, en mi caso no tenía ningún dispositivo portátil, ni teléfono inteligente y me era imposible navegar en internet porque no podía llevar mi ordenador de escritorio al parque. Desde que la red me brinda este servicio no solo he podido navegar, también he podido comunicarme con mis amistades y usar por primera vez el Facebook. Pienso que en Cuba hay mucho talento y esto es un claro ejemplo. Las redes de barrio deberían ser totalmente legales, no le hacen ningún daño al Estado. Deberían de cambiar las arbitrarias leyes aduaneras y dejar importar todos los equipos wifi para conexiones”.

Las redes de barrio han jugado un gran papel entre la juventud cubana y su crecimiento ha sido notorio en los últimos años, teniendo en cuenta que la mayoría de los equipos usados son prohibidos y perseguidos en la Aduana de Cuba. Llama la atención que personas con pocos recursos hagan posible lo que hasta ahora ha sido “imposible” para el monopolio de ETECSA.

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