El canibalismo urbano en Cuba no tiene límites, edificios, parques, estatuas y hasta hospitales son víctimas de personas inescrupulosas que de llevan parte de la infraestructura para utilizarlas a su favor o por puro vandalismo.
“Aquí nosotros hemos colocado candados con rejas y parece que nada sirve para detener la ola vandálica que acaba con nuestro patrimonio, es más se llevan la puerta”, declaró Jesús Ramírez, director de la zona colonial de la Habana Vieja.
Los edificios que están a punto del derrumbe tampoco se salvan de los vándalos.
“Allí le han quitado todas las rejas, no dejan nada todo se lo llevan”, dijo una vecina de un barrio habanero.
Los hospitales constantemente denuncian el robo de sus artículos a las pocas horas de colocados. “Esto es impresionante, los baños de los hospitales los dejan sin nada, no se llevan la taza porque no pueden”, afirmó una paciente.
Sin embargo expertos en materia social aseguran que los llamados “indisciplinados sociales” por parte del régimen, es un ejemplo del fracaso en material moral que ha venido desempeñando la revolución cubana.
Alberto Muller, periodista cubano, afirma que el régimen en vez de orientar a los jóvenes a una educación más familiar, los saca del núcleo y se los lleva al campo donde se crían a su criterio.
“a los muchachos los sacan del seno familiar y se los llevan al campo, donde crecen sin moral, sin un elemento ético, sin padres, sin una educación precisa”