Hace un mes comenzó la duda y la incertidumbre para los 21 balseros que se subieron al faro American Shoal Light cuando en un intento desesperado por tocar suelo americano se lanzaron al mar para evitar ser capturados por la guardia costera.
Los balseros del faro, como son comúnmente conocidos por los medios, se encuentran en una especie de limbo jurídico, pues se encuentran confinados en un buque de la guardia costera, pese a que sus abogados sugirieron llevarlos a la base naval de Guantánamo.
El juez Darrin Gayles, aun continúan deliberando las pruebas presentadas por los abogados defensores.
En caso de que se compruebe de que el faro es territorio estadounidense, los cubanos podrán quedarse y automáticamente quedarán amparados bajo la política pies secos/pies mojados.
¿Y si no?
La Guardia Costera y la fiscalía federal han alegado que el faro no constituye tierra firme, de demostrarse, los isleños serán repatriados a Cuba