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Servicio postal Cuba-EEUU: para cada apertura, una limitación

Oficina postal en Avenida Boyeros, en La Habana, justo al lado del Ministerio de Comunicaciones (Foto: Manuel Díaz Mons)
Oficina postal en Avenida Boyeros, en La Habana, justo al lado del Ministerio de Comunicaciones (Foto: Manuel Díaz Mons)
Oficina postal en Avenida Boyeros, en La Habana, justo al lado del Ministerio de Comunicaciones (Foto: Manuel Díaz Mons)
Oficina postal en Avenida Boyeros, en La Habana, justo al lado del Ministerio de Comunicaciones (Foto: Manuel Díaz Mons)

Tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos el 17 de diciembre de 2014, la reapertura del correo postal, justo un año después, en 2015, llegó con muchas expectativas, pero los problemas internos en la Isla han originado que este servicio no tenga la calidad requerida por todos sus usuarios.

Josefina Vidal, directora general del departamento de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), explicó en una entrevista para la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que ambas naciones ya habían comenzado a dialogar sobre la regularización del servicio postal directo en 2009, pero luego hubo un impasse de cuatro años en el que no se volvió a hablar del tema. En 2013 se retomó la discusión.

Dos años después, el 11 de diciembre de 2015, una nota del MINREX explicaba que en una ronda de conversaciones ambos países habían decidido restablecer los servicios de correo postal recíproco que incluyen entre los acuerdos correspondencias, encomiendas y paqueterías postales.

Tras 48 años de ausencia, este servicio tuvo su viaje inaugural en horas de la mañana del 16 de marzo del presente año. A través de la aeronave SAAB 340 de la compañía IBC Airways se trasladó la carga postal, recibida por Carlos Asencio Valerino, presidente de Correos de Cuba, la empresa cubana que se encarga de la correspondencia tanto nacional como internacional en la Isla.

Con el viaje inaugural vino una carta del presidente norteamericano Barack Obama dirigida a Ileana Yarza, una cubana que admira al presidente estadounidense.

Los vuelos para este servicio tienen una frecuencia de tres veces en la semana, los lunes, miércoles y viernes, con salida desde Miami, Florida. Esto reduce el tiempo de envío y recogida de la correspondencia y posibilita un incremento de las comunicaciones.

Según un comunicado de Correos de Cuba, para el caso de los Estados Unidos de América, los límites de dimensiones de los envíos de encomiendas (bultos) postales internacionales y de mensajería rápida son de: 1,05 metros de largo por 1,05 metros de ancho por 1,05 metros de alto. El peso máximo autorizado para los envíos de correspondencia y documentos de mensajería rápida es de hasta dos kilogramos y los de encomiendas postales internacionales y de mensajería rápida el peso límite es de hasta 10 kilogramos, límites que no superan al de otras regiones.

La tarifa que establece Correos de Cuba para el envío de mensajería postal hacia los Estados Unidos se mantiene en moneda nacional. El costo de los envíos de correspondencia para este país oscila entre un 0,65 y 23,95 pesos cubanos, mientras que los bultos postales son de 4,30 pesos por cada 500 gramos, lo que puede elevarse hasta 86 pesos si llega al límite de 10 kilogramos.

El 22 de marzo de 2016, Correos de Cuba circuló una nota sobre los intensos trámites burocráticos que deben realizar los cubanos para efectuar un envío hacia los Estados Unidos: “Para el caso de los Estados Unidos de América y teniendo en cuenta las prohibiciones establecidas por Correos de Cuba, no se admitirá envíos de correspondencia, encomiendas (bultos) postales y de mensajería rápida que contengan los siguientes artículos: aerosoles, bolsas de aire, bebidas alcohólicas, municiones, cigarrillos y tabacos, hielo seco, explosivos, frutas y verduras frescas, gasolina, esmalte de uñas, perfumes (que contengan alcohol) y venenos”.

“Es obligatorio para los envíos con contenido de correspondencia y de encomiendas internacionales adjuntar a los mismos la Declaración de Aduana (modelo CN 22 o CN 23), mientras que para la mensajería rápida es preciso adjuntar el modelo establecido para este servicio con la descripción del contenido”, añade el escrito.

Zoraya Bravo Fuentes, vicepresidenta primera de Correos de Cuba, en una entrevista a la ACN, expresó que ahora el envío de bultos o cartas no tiene que realizarse mediante terceros países y solo se demora 45 minutos desde que el bulto postal sale del aeropuerto de Miami hasta que llega a suelo cubano.

La realidad ha demostrado, no obstante, que no es tan sencillo. El tiempo de espera por un bulto postal puede tomar más de un mes y con frecuencia se incrementa por cuestiones burocráticas y organizativas.

Entre las principales dificultades dentro de la Isla figuran la transportación de los bultos postales hacia otras provincias, reconocida por su notable demora así como por la pérdida de mercancías durante el viaje.

El robo de los bultos postales es un problema que no se ha podido controlar del todo y se han detectado –según informaciones de funcionarios de la entidad encargada a medios de prensa oficialistas– alrededor de 36 infracciones, lo que ha llevado a que se tome la medida de prohibir a los empleados de Correos de Cuba el uso de prendas y otros accesorios durante el horario laboral, para mantener un mayor control y evitar pérdidas.

Publicado en Cubanet

Written by CubaNet

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