Luego de la sesión del Consejo Permanente de la OEA el pasado jueves, la derrota al régimen madurista se evidenció luego de que su canciller, Delcy Rodríguez no pudiera detener que se hablará de Venezuela.
Por primera vez en años, Venezuela sale derrotada en una votación de la OEA, esto deja al descubierto que Maduro tiene menos apoyo de sus vecinos de América.
Hablar de la Carta Democrática es hablar de injerencia para Nicolás Maduro, pese a que un informe presentado por el secretario general Luis Almagro, deja claro que el país petrolero esta atravesando por una crisis insostenible.
Además, esta es la primera vez que un secretario general de la OEA recurre a este instrumento jurídico contra la voluntad del Gobierno del Estado.
¿Y que dicen los voceros del régimen?, que esto es un “golpe de Estado a la organización y al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro”, por lo que han iniciado una cruzada para tratar de destituir a Almagro sin esperar mucho apoyo.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, viajó esta semana dos veces a Washington para participar en las dos sesiones de la OEA sobre su país, pero fracasó en su intento por impedir a toda costa que Almagro sometiera su informe a la evaluación de los otros 33 países miembros.
Visiblemente molesta, la diplomática lanzó una dura recriminación a los 20 Estados que apoyaron celebrar la sesión de la Carta Democrática, invocada por Almagro a petición de la oposición venezolana.
“Yo pregunto a los Estados miembros, ¿no entienden lo peligroso de lo que aquí se adelanta? Les hemos dado beligerancia en esta organización a las oposiciones políticas de nuestros Gobiernos”, dijo.
La canciller hizo estas declaraciones en el mismo edificio donde el presidente de la Asamblea Nacional de su país, Henry Ramos Allup, y una delegación de la mayoría parlamentaria opositora se habían reunido poco antes con Almagro y con la prensa para reafirmar su petición de que la OEA aplique la Carta.
Diferentes reacciones
Para el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup “La gran derrota de la diplomacia venezolana es que no querían que se considerara el caso Venezuela, trataron de disimular la existencia de una crisis y no pudieron, porque la crisis existe”.
Por otro lado, fuentes diplomaticas han expresao que al no colocarle fecha al proximo debate de la Carta, se crea un parentesis temporal que beneficia a Almagro.
“Esto permitirá establecer contactos, buscar propuestas y decidir quién llama a la siguiente sesión”.
“Venezuela fracasó en su esfuerzo por bloquear la sesión, pero el apoyo al enfoque más enérgico de Almagro parece bastante débil. Desafortunadamente, quizás solo una tragedia más allá de lo que ha pasado hasta ahora en Venezuela fuerce a los Gobiernos miembros a actuar de manera más enérgica”, dijo Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano.
Diálogo pero con OEA
Una de las propuestas que cobra fuerza es “el grupo de amigos de la OEA” que propuso Argentina y apoya Almagro, una vía para acompañar la iniciativa de diálogo en Venezuela que lideran tres ex presidentes con el auspicio de la Unasur.
Almagro quiere ampliar ese grupo con otros ex presidentes que tienen más aceptación entre la oposición venezolana y sumar a la OEA, algo en lo que coincidió esta semana el diputado opositor Williams Dávila en una entrevista con Efe.
Cualquier resolución o propuesta deberá votarse en el Consejo Permanente, donde serán necesarios 18 votos de los 34 embajadores para que la iniciativa salga adelante.
Esa es la primera fase de la Carta, la mediación diplomática, pero el proceso gradual también contempla una reunión de cancilleres en la que con 24 votos se podría suspender a Venezuela del organismo.
Las matemáticas diplomáticas indican que no hay apoyos para llegar tan lejos pero quizás sí para que salga adelante una misión de la OEA, un paso importante que, sin embargo, sería imposible de llevar a la práctica si el Gobierno venezolano sigue enrocado en que solo Unasur medie en su país.
EFE
