“El modelo de militante creado por Lenin sigue presente en la actualidad, pero está muy debilitado en Occidente. Pero si observamos a los militantes islamistas vemos que se trata exactamente del mismo fenómeno, de seres totalmente entregados, dispuestos a morir por la causa y también a matar por ella, que es lo más terrible del asunto. Están totalmente imbuidos de la idea de una comunidad universal futura, de la cual ellos creen ser una especie de avanzada, una vanguardia; exactamente como los bolcheviques de Lenin se definían como la vanguardia y realización anticipada del comunismo. Y esa entrega total y fanática es la mismo que vemos en ETA o Sendero Luminoso, y con las mismas consecuencias asesinas.”
“O sea que hay una tentación totalitaria, una tentación que marca las partes más tristes de la historia del siglo XX y que, lamentablemente, no podemos dar por terminada. Y creo que en esta gran transición a escala mundial hacia la modernidad que es la globalización veremos muchísimas reacciones donde van a aparecer nuevos líderes totalitarios que, sin duda, van a tratar de recrear la herramienta de Lenin. El fundamentalismo es un ejemplo muy claro. Así que la lección que nos deja la revolución bolchevique no hay que olvidarla, no está sepultada porque cayó el muro de Berlín; porque se basa en algo que puede recrearse, si bien puede que el nombre sea distinto y que el líder sea distinto, puede que sea en el nombre de Alá, puede que sea en el nombre de Marx o de quien sea mañana, o de la ecología, o de la xenofobia nacionalista o de lo que se quiera; pero lo importante y preocupante es que la esencia de los movimientos totalitarios puede reproducirse.”
DESVINCULAR A LENIN DE MARX ES UNA IDEA PEREGRINA
Lenin, Engels y Marx
“Yo siempre digo que Lenin creó la herramienta pero no creó el fin, no creó la idea que quería realizar. Toda esta idea mesiánica del hombre nuevo, de la sociedad totalmente recreada, de la destrucción del individuo, todo ello viene de Marx. Está totalmente formulado por Marx en su idea del comunismo y no cabe ninguna duda de que sin esa inspiración mesiánica Lenin es como un muñeco sin vida, sin la savia que nutre ese árbol políticamente muy poderoso, terriblemente poderoso, que es Lenin y su partido. Esta es la importancia clave de ese pensador mesiánico y terriblemente destructivo que fue Marx, el creador de lo que no es sino una ideología genocida porque plantea la eliminación del hombre tal como es para crear un hombre nuevo. Por ello se ha sacrificado ya a millones de seres humanos y, por lo que se ve, el hombre nuevo no aparece sino solo verdugos despiadados, campos de concentración y una brutalidad inigualada. Por lo tanto, la idea de desvincular a Marx de Lenin es una idea absolutamente peregrina de personas que han comprendido mal o no han querido comprender lo peligroso y genocida del pensamiento de Marx y de todos aquellos que tratan de llevarlo a la práctica.”
“Algunos han elegido a Trotsky como el bueno de la revolución, porque siempre uno que muere, que es asesinado, tiene una especie de garantía de martirio, como Che Guevara. Y como Trotsky se opuso a Stalin es para algunos el bueno de la película. Pero en mi libro se cita una abundante cantidad de textos y de acciones de Trotsky donde se constata que, realmente, Trotsky era mucho más duro e inmisericorde que Stalin; incluso hay críticas explícitas de Trotsky a Stalin por ser blando. Es decir, no hay ninguna diferencia esencial entre Trotsky, Stalin o Lenin, todo lo contrario; todos ellos están imbuidos de ese afán mesiánico que los convierte en pequeños dioses, en terribles recreadores del mundo. Y Trotsky era absolutamente creyente en esa verdad, en la verdad de Lenin y Marx, que es la suya. Por lo tanto, el derecho que se auto arrogaba para usar la violencia era ilimitado. Y la ejerció sin conmiseración contra los generales blancos y la población civil insumisa, de la misma manera que contra los revolucionarios de la base naval de Kronstadt, aplastados directamente por Trotsky usando los métodos más salvajes. Hombres como Trotsky, Stalin o Lenin.
Mao, Pol Pot o Che Guevara) creen tener licencia para matar, una licencia ideológica para matar, que es lo terrible del pensamiento totalitario.”
MARX Y LENIN SON PERSONAS ABSOLUTAMENTE ODIOSAS
“En realidad, tanto Marx como Lenin son personas profundamente odiosas. Si uno estudia las obras de Marx o de Lenin uno se da cuenta que toda su obra no es sino una denigración de alguien, alguien que se ha equivocado o desviado de la fe absoluta. Es que estos personajes son inquisidores. Ahora bien, Marx usa en diversas ocasiones una argumentación y un vocabulario racista y antisemita que no se encuentra en Lenin. Un ejemplo es su caracterización de Ferdinand Lasalle, un gran líder socialdemócrata alemán, donde dice que era un híbrido, mezcla de negro, judío y alemán, tal como su cabeza, su pelo y sus defectos de carácter lo mostraban.3 Marx acostumbraba a llamarlo despectivamente “negro judío” o también “Judel Braun”.
3 En carta a F. Engels de 1862 se expresa así: “Es ahora perfectamente claro para mí que, como la forma de su cabeza y el crecimiento de su cabello lo indican, él desciende de los negros (negroes) que se unieron en la huida de Moisés de Egipto (a menos que su madre o su abuela por el lado de su padre se uniera con un negro (nigger)). Ahora esta unión de judío y alemán sobre una base negra tenía que producir necesariamente un híbrido extraordinario. Lo molesto del tipo lo asemeja también a los negros.” Para más detalles véase, entre otros: http://fabitas.blogspot.se/2007/08/el-antisemitismo-de-marx.html
“Estas cosas han sido ocultadas por los marxistas que no quieren reconocer el racismo y antisemitismo de su santón mayor. Tal como no quieren saber que Marx aplaudió la conquista francesa de Argelia, o la británica de la India, o la anexión de partes de México por EEUU. Eso era el progreso para él, violento y despiadado, tal como la venidera revolución comunista. Marx fue un pensador que tuvo muchas facetas, algunas de ellas directamente abominables que después se han querido limpiar para poder idealizarlo.”
“Ahora bien, yo no he visto en todo lo que he leído de Lenin ese antisemitismo y ese racismo que se ve en Marx; hay que reconocer las cosas como son. Lenin es odioso, es totalitario, es bestial y todo lo que se quiera, pero no tiene ese rasgo. Después vendrá el antisemitismo en la Unión Soviética. Hay purgas de Stalin y posteriores fundamentalmente dirigidas a eliminar judíos. Pero esta aversión contra los judíos no está presente en las fases iniciales del bolchevismo, sino muy por el contrario. Una parte significativa del movimiento bolchevique estaba formada por intelectuales judíos atraídos por un mesianismo revolucionario que fácilmente puede emparentarse con el mesianismo judío clásico. Este es el caso de muchos miembros de la primera élite bolchevique, como Kaménev, Zinoviev o Trotsky. Por lo tanto, no existe en ese momento el antisemitismo que después va a aparecer con Stalin como una parte integrante de su proceso de exterminio de las viejas élites intelectuales soviéticas o rusas.”