Hugo Chávez, era considerado el “padre de la revolución bolivariana“, aquella idea mesiánica acerca de erradicar la pobreza, mejor calidad de vida, menos inseguridad y mayores oportunidades de trabajo.
Hoy el pecado de los venezolanos fue confiar en el “mesías”, que se vendió como el salvador de los más pobres y termino llevado a todos a la pobreza.
En la actualidad, Venezuela es el resultado de la malversación de fondos millonarios en excedentes petroleros que no fueron a parar a los bolsillos de los pobres, sino de funcionarios corruptos.
#VerguenzaSerChavista La realidad del Régimen Rojo que destruye a Venezuela. No lo verás en VTV @copipega https://t.co/6QMINcweNh
— Trump Ganó #MAGA ❤️ (@SoyLibre333) July 2, 2016
Luego de la muerte del padre, llega el hijo. Nicolás Maduro no solo ha continuado el legado satánico de Chávez, sino que lo ha profundizado, llevándolo por caminos de no retorno, incluso a niveles que ni los Castro se han atrevido a hacerlo.
La comida escasea, y de a toneladas, las calles venezolanas están encendidas, la gente tiene miles de razones para protestar y la policía las reprime de mil maneras.
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