Luego que la red terrorista Estado Islámico (Isis, por sus siglas en inglés) perpetrara ataques terroristas en varios países durante los últimos días, las alertas se encendieron en Brasil, que celebrará este año uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El director general del evento, Sidney Levy, afirmó en Washington que garantizar la seguridad al certamen se ha convertido en la mayor preocupación de la organización.
Y es que la amenaza terrorista también está latente en Brasil luego de que el pasado viernes, a petición de las autoridades brasileñas, la empresa Avianca lanzó un comunicado en el que avisaba de la posible entrada en ese país de un expresidiario de Guantánamo, que fue acogido en Uruguay hace dos años. Jihad Ahmad Diyab, que cumplió pena por sus presuntos vínculos con Al Qaeda, podía salir del territorio uruguayo, pero las autoridades brasileñas le prohibieron la entrada tomando como base la ley antiterrorista.
Técnicamente no es un fugitivo, pero, a un mes de los Juegos Olímpicos, cualquier rastro sospechoso es motivo de alerta.
Solitarios
“El principal asunto en Brasil y en cualquier lugar es el atacante solitario. Ese es el asunto que nos preocupa. Este hombre fuera de radar. Así que eso es lo que más nos genera trabajar al máximo en el apartado de seguridad”, afirmó Levy.
Ya en abril pasado, los servicios de inteligencia confirmaron una amenaza del Isis. El mensaje,escrito en la red social Twitter, decía en francés: “Brasil, ustedes son nuestro próximo objetivo”. La cuenta fue atribuida a Maxime Hauchard, un francés de 22 años que aparece en los videos de Isis decapitando a rehenes.
Según Levy, tras estas amenazas, la seguridad es prioridad y por ello habrá 85 mil efectivos desplegados, mientras que agentes de 100 países ya se encuentran en Brasil.
