La represión en Cuba puede llegar en cualquier momento. Decenas de activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fueron arrestados el martes y miércoles cuando caminaban hasta el funeral de uno de sus miembros en Santiago de Cuba.
Maximiliano Sánchez de 72 años, falleció en el hospital Juan Ambrosio Grillo, por tal motivo, sus compañeros de lucha decidieron asistir a su lecho de muerte para darle el último adiós, sin embargo la seguridad del estado tenia otros planes.
“Establecieron varios cercos policiales para impedir que algunos hermanos llegaran a manifestar su solidaridad a la familia del fallecido”, dijo el opositor Ovidio Martín al diario 14ymedio. El velorio se realizó en la noche del martes en la propia casa de Sánchez, “porque así fue su voluntad”.
El opositor explicó que, durante la jornada y en la zona de Palma Soriano “detuvieron como a 30 activistas” y “más de 20 en la zona de Santiago de Cuba “. Todos fueron puestos en libertad ese mismo día por la noche y la policía les advirtió que no podían asistir al funeral.
En la madrugada del miércoles, cerca de Palmarito de Cauto, fueron detenidos otros 35 miembros de la organización a los que “mantuvieron en un camión-jaula durante horas en condiciones infrahumanas, encerrados totalmente y sin un baño”, contó Martín. La misma fuente aclara que en la tarde de este miércoles “ya todos fueron puestos en libertad” aunque “sufrieron detenciones arbitrarias y, en algunos casos, violentas”.
La sepultura del fallecido se realizó en la mañana de este miércoles y el activista cuenta que en el momento del entierro se presentó en el cementerio “un camión lleno de paramilitares vestidos de civil aparentando que eran de servicios comunales”.
Martín opina que el propósito era impedir que se dejara una cruz para depositarla en la tumba a nombre de sus familiares y activistas donde aparecía el día del nacimiento del fallecido, la fecha del sepelio y las siglas de Unpacu. “Ahí mismo se produjo un altercado porque los paramilitares arrancaron la cruz de la tumba manifestando que esas siglas no podían ir”.
Finalmente los opositores volvieron “a poner la cruz en el lugar”.
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