La competencia quedó atrás. Bernie Sanders alzó la mano de Hillary Clinton este martes, dándole su total respaldo a quien aseguró “tiene que ser la próxima presidenta” de Estados Unidos.
En un acto electoral en una secundaria de Portsmouth (New Hampshire), aparecieron los demócratas. Este estado, fue donde Sanders venció a Clinton el pasado 9 de febrero.
“Pienso hacer todo lo que pueda para asegurar que ella (Clinton) sea la próxima presidenta de EEUU”, prometió Sanders, al enumerar las razones por las que le dio su respaldo tras varias semanas de resistencia.
"Hillary Clinton will make an outstanding president and I am proud to stand with her today." —@BernieSandershttps://t.co/yNC6ALjJnX
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) July 12, 2016
A su turno, Clinton se presentó como la defensora de las clases media y trabajadora, y dijo que ambos están ahora del mismo lado y “sumando fuerzas para derrotar a Donald Trump”, el abanderado de los republicanos.
Sanders ganó en 22 estados –convirtiéndose en el primer precandidato judío en lograr esa hazaña- y consiguió el apoyo de casi 1,900 delegados y de 13 millones de votantes, pero fue Clinton quien se alzó con la nominación presidencial demócrata al obtener 2,807, más de los 2,383 requeridos para la meta.
El acto conjunto en New Hampshire –uno de varios planeados para la contienda general por ambas campañas- deprimió a miles de los seguidores de Sanders, que incluso esperaban que éste se lanzara como un candidato independiente.
Aún así, Sanders dejó en claro que su “revolución política” sigue en marcha para presionar por un gobierno que represente a todos los estadounidenses “no sólo al 1%” y avance los principios de la justicia “económica, social, racial y ambiental”.
Según observadores, la decisión de Sanders de llevar su mensaje populista hasta la convención demócrata en Filadelfia (Pensilvania) la semana del 25 de julio próximo le permitió influir no sólo en la plataforma del Partido Demócrata sino en el plan de gobierno de Clinton.
Con información de: El Diario