Oliva quien es miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) inicio una huelga de hambre para pedir que la policía política le devuelva las pertenencias que le confiscó recientemente.
En días anteriores el joven explicó que esta “en protesta por las confiscaciones arbitrarias y hasta que se me devuelvan todas mis pertenencias”. Este viernes recibió la visita de un médico de la UNPACU quien determinó que su presión está “estable”. El activista no ingiere comida, no bebe jugos y solo toma agua, explicó.
Oliva aseveró que continua “firme” en su voluntad de seguir con la huelga de hambre, aunque ya le está provocando “mareos, dolores de cabeza y estómago y náuseas”.
Para Carlos Amel Oliva la huelga es una forma de exigir, que le sean respetados todos sus derechos y también una forma de denunciar los 30 asaltos a sedes de la UNPACU.
Por otra parte Oliva recordó e hizo un resumen de las cosas que se le han sido requisadas como lo son tres laptops y tres celulares, a su vez añadió que los asaltos van dirigidos a confiscar material que evite el acceso a la información de los activistas.