A ritmo de reggaeton, una canción prohibida por el régimen se convertió en el símbolo de la rebeldía de una juventud que poco o nada quiere saber del «Patria o muerte, venceremos»; su letra se deja oír por todos los rincones de la isla
La canción habla de una chica a todas luces jinetera (prostituta) que día a día persigue alos «yumas» porque le cambiarán su vida al darle «fulas» (dólares) y, sobre todo, le pueden sacar de Cuba. Matrimonio de conveniencia a la carta. El coro canta «Yunai, Yunai, Yunai de las Tunas (provincia oriental)… A ti te gustan los yumas». Y ella, mitad alarido orgásmico, mitad lamento juvenil responde el repetitivo y contagioso estribillo: «¡Ayyy, a mí me gustan los yumas!».