El dolor y la tristeza se apoderaron de la familia Ruiz, quienes hace una semana esperaban alegremente la llegada de sus dos familiares que habían salido desde Cuba a bordo de una embarcación junto a otros diez isleños.
La guardia costera encontró en horas de la mañana del jueves el cuerpo sin vida de Yariel Ruiz, uno de los dos cubanos que presuntamente se lanzaron al mar a pocos metros de las costas de Florida.
“Esto es un dolor muy grande, nunca voy a superar esto”, repetía su madre Cándida Pérez, quien no se explica lo sucedido”
Cándida recibió una llamada de un familiar para informarle que el cuerpo del balsero encontrado por los guardacostas guardaba mucha similitud con los rasgos de su hijo.
“Me dijo que tenía un tatuaje en su brazo derecho y que era castaño y que era gordito, yo dije, no puede haber otra persona, entonces yo le envié las fotos y mi sobrina fue para allá e identifico el cuerpo”, dijo.
La madre informó que el joven se encontraba en trámites para pedir la ciudadanía legal en los Estados Unidos sin necesidad de enfrentarse al peligroso mar. “Yo no quería que el saliera, que viniera como vine yo legalmente, no que arriesgara su vida en el mar”.
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Según la descripción del familiar que observó el cadáver, Yariel Ruiz tenía muchos golpes, por lo que su madre exige a las autoridades una investigación del hecho.
“Eso tiene que ser que hubo una pelea en el barco o algo, yo no puedo creer otra cosa porque nadie coge golpes por gusto”.
Pese a que las autoridades no han ofrecido información sobre el otro balsero desaparecido, Cándida Ruiz afirma que podría tratarse del tío de Yariel. “Que esperanza voy a tener si los dos estaban perdidos juntos”.
