Europa le da un NO a Turquía. El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker informó esta mañana en una entrevista a la televisión abierta francesa que “Turquía, en su estado actual, no está en posición de convertirse en miembro de la UE próximamente y ni siquiera a largo plazo”. Juncker es el primero que se expresa claramente y de la forma más directa sobre una ficción que se ha mantenido por años.
En vista a la represión y las purgas que se han visto luego del fallido golpe de Estado y tras las iniciativas para la reintroducción de la pena de muerte, Europa no puede mantener la puerta abierta a Turquía. el principal de la comisión también dijo que un país con pena de muerte no puede tener lugar en la UE.
Turquía lleva más de cinco décadas solicitando su ingreso a la Unión Europea y es candidata oficial desde 2005, pero ya hace años que no se ve, ni en Bruselas ni en Ankara, intención de permitir su ingreso en las próximas décadas. Aun así las instituciones europeas llevan años manteniendo esa creencia y el gobierno turco tiene incluso un ministro dedicado únicamente a la negociación con Europa.
La posibilidad de ingreso en la UE le permitía al presidente turco Recep Tayyip Erdogan venderle a la mitad laica de la población turca que la esperanza seguía viva y a los europeos precisar acuerdos como el que convirtió a Turquía en el muro fronterizo que impide el paso de los refugiados de Oriente Medio.
El presidente turco se había preparado para esto. El sábado, en una entrevista al canal de noticias France24, dijo que los europeos tienen “prejuicios” contra Turquía “y van a continuar a reaccionar con sus prejuicios”. Erdogan recordó que “hace 53 años que Europa nos hace esperar ante la puerta, ningún país ha tenido que sufrir tanto durante las negociaciones de adhesión a la UE, incluso en lo que respecta a la supresión de las visas”.
Ese aspecto es una parte medular del acuerdo europeo con Turquía para que detenga la llegada de refugiados. Según Erdogan, “hemos servido de escudo a Europa, hicieron promesas y no las han cumplido”. Esos compromisos eran:
La cancelación de 6.000 millones de euros.
La fluidez en las negociaciones de adhesión de Turquía al bloque y,
La eliminación del requisito de visa para los ciudadanos turcos que viajen a Europa.
La represión que se ha desatado tras el intento de golpe y la negativa turca a reformar sus leyes antiterroristas para adecuarlas a los estándares del Consejo de Europa y de la Carta Europea de Derechos Fundamentales generan la negativa en la Comisión Europea a enviar el dossier a los eurodiputados, quienes tendrán la última palabra.
Con información de clarin.com