Antes de que se inauguraran los Juegos Olímpicos Río 2016, un récord ya se había roto. Se trata de la cifra de preservativos repartidos en el sector, que alcanza un número al que nunca antes se llegó antes.
Nueve millones de preservativos envío el Ministerio de Salud de Brasil a Río, en donde 450 mil de ellos fueron destinados exclusivamente a la Villa Olímpica, donde concentran cerca de 18 mil personas entre atletas y cuerpos técnicos.
Nunca antes se había entregado tal cantidad ni en la ciudad ni en una Villa Olímpica. Comparado con el último Carnaval, por ejemplo, en todo el país se repartieron cinco millones de condones, distribuyendo en Río solo un millón de dicha cantidad.
Si bien nadie recibirá una medalla por la ‘marca’ conseguida, lo cierto es que solo se están tomando las medidas necesarias para prevenir cualquier tipo de enfermedad de transmisión sexual, resguardo que se ha tenido para los atletas desde los Juegos de Seúl de 1988 en donde se repartieron 8.500 condones.
En las últimas olimpiadas de Londres 2012 se repartieron 150.000 profilácticos para 10.768 deportistas -hasta aquél entonces una cifra récord-, aunque el número de competidores se mantuvo para esta cita, en esta oportunidad la cantidad de condones se triplicó.
“Nuestra preocupación es por todas las enfermedades de transmisión sexual: gonorrea, clamidia, VIH, sífilis y ahora también por el riesgo de zika, ya que hay evidencia científica de que puede ser contagiado por vía sexual“, expuso Adele Benzaken, directora del Departamento de Enfermedades de Transmisión Sexual, VIH-sida y Hepatitis Virales del Ministerio de Salud.
Con información de La Nación
