La madrugada de este miércoles, el Senado brasileño tomo la decisión de someter a la presidente Dilma Rousseff a un juicio de destitución que promete acabar con 13 de izquierdismo y miles de casos de corrupción.
Luego de establecer un debate que se prolongó durante 15 horas, los senadores respaldaron de manera tajante al “impeachment” de Rousseff, suspendida desde el 12 de mayo acusada de haber violado la Constitución al autorizar gastos a espaldas del Congreso, reseña AFP.
Los cargos, considerados “crímenes de responsabilidad” que son castigados con la pérdida de la presidencia, tuvieron 59 votos a favor y 21 en contra, un resultado holgado que preanuncia un escenario difícil para Rousseff, reseña AFP.
Fueron cuatro votos más que cuando el proceso fue admitido para ser analizado y cinco más que la mayoría especial de dos tercios (54) necesarios para la destitución definitiva.
“Demuestra una expresiva mayoría e indica que en este proceso tan discutido en el Senado ya hay una posición definida. Es muy difícil que haya algún hecho que pueda cambiar esto”, dijo el senador Romero Jucá, tras la votación.
Jucá, del partido de centro-derecha PMDB que conduce el vicepresidente Michel Temer, quien sucedió transitoriamente a Rousseff y se convirtió en su principal enemigo político, aseguró que la presidenta perderá su cargo entre el 28 y el 29 de agosto.
Con información de AFP