Los Juegos Olímpicos Río 2016, trae consigo el despertar de pasiones por el deporte que muchos jóvenes cubanos ansían practicar y algún día poder representar a su nación.
Sin embargo, ese anhelo se disipa cuando observan el estado de los complejos deportivos en La Habana, los que están en el total abandono.
El centro deportivo José Martí, en las calles G y Malecón en el Vedado, muestra parte de su cerca perimetral derruida, las piscinas vacías o con agua estancada, el edificio que una vez albergó las taquillas se encuentra clausurado y parte del techo está a punto de desplomarse
En “el Martí”, como se conoce popularmente al lugar, la pista para correr casi ha desaparecido bajo la hierba, las canchas de basket y voleibol están inutilizables y todas las áreas construidas se han convertido en urinarios públicos
El panorama no es muy diferente en el centro deportivo Rafael Conte, en la habanera barriada de Lawton. El dojo para practicar artes marciales ha quedado como una nave abandonada con varios orificios en el techo
En el complejo deportivo Ciro Frías, ubicado en el municipio de Arroyo Naranjo, la hierba también le ha ganado la batalla a las áreas de entrenamiento. Los trabajadores del lugar aseguran que no les entregan implementos para limpiar el terreno
La cancha de baloncesto del Ciro Frías hace años aguarda por una reparación y el complejo de piscinas también está abandonado: hasta las bombas de agua para llenarlas fueron eliminadas
En el insigne Pontón, donde tantos niños y adolescentes de los municipios Cerro y Centro Habana aprendieron a lanzar su primera pelota, pastan los animales en la hierba de lo que una vez fue un hermoso terreno deportivo
Con información de 14yMedio