Hace ya un año desde que Estados Unidos abrió su embajada en Cuba, un hecho histórico que culminó el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos viejos enemigos y que abrió la ruta a una etapa más compleja, la de la normalización.
Han sido muchos los avances, pero quedan por el medio importantes temas que resolver, como el embargo económico.
Lydia Barraza, portavoz del Departamento de Estado para América Latina, expresó que en la relaciones bilaterales “ya no hay marcha atrás”, pues
“Como ha dicho el presidente Obama, se ha logrado mucho en este primer año. Tanto que creemos que con lo que se ha logrado ya no hay marcha atrás”, afirmó.
“Estos son pasos necesarios para crear más oportunidades para el pueblo cubano y que están en el interés nacional de nuestro país también”, agregó.
Barraza hizo un balance positivo del último año: “La apertura de embajadas en los dos países es algo verdaderamente histórico. Ahora las conversaciones y diálogos que son elementales para dos países vecinos se pueden llevar a cabo de una manera más normal y continua”.
Sobre las dificultades, la vocera comentó que “todavía existen retos y diálogos pendientes en cuanto a los derechos humanos, reclamaciones de propiedades y el retorno de fugitivos”.
En referencia a una posible visita de Raúl Castro a Washington la vocera dijo que las conversaciones entre ambos gobiernos “siguen siendo realizadas al nivel de grupos de trabajo y de diálogo” por lo que de momento “no hay anuncio de visitas específicas de un nivel más alto”.
Con información de El Nuevo Día
