Los hospitales en Cuba van en picada. Sus servicios son deficientes tanto en personal como en infraestructura, no hay camas, los artículos médicos escasean desde el catéter hasta el algodón, la higiene es pésima mientras que el traslado en ambulancia cuesta una fortuna para el cubano de a pie.
Mientras el régimen envía médicos a todas partes del continente valiéndose de sus grandes avances en la medicina, el pueblo pasa calamidades.
Un hospital ubicado en la provincia de Cienfuegos, es la prueba latente de la deficiencia en el servicio médico cubano. Sus pacientes deben sobrevivir a la enfermedad y a las pésimas condiciones.
Primer reto, transporte.
“Llevar a un enfermo me cuesta 200 pesos, salgo de la casa buscando un carro, que es más económico, pero si necesito ambulancia debo pagar esa cantidad”, cuenta un señor quien denuncia que además de los altos costos, también escasea el servicio de ambulancia por no haber suficientes vehículos.
Segundo reto, insumos médicos.
“Uno va a un hospital y tiene que cargar con todo”, dice asombrada Miriam Franela, “tenemos que llevar cubrecamas, colchonetas, toallas, lo cotidiano del día porque imagínate tu”.
Expresan que hasta algo tan básico como el agua potable escasea en ese centro de salud y deben ingeniárselas para guardar alimentos ya que los refrigeradores dejaron de funcionar hace años.
Tercer reto, la falta de higiene.
Vamos colapsados, paredes rotas y llenas de cucarachas y otros insectos, sillas a remendadas o totalmente rotas, pisos sucios, ese es el escenario en el que deben sobrevivir los enfermos en Cienfuegos y varias provincias cubanas.
Sin embargo, la falta de higiene también se debe a la inconsciencia de algunos acompañantes que no toman las medidas para evitar el colapso en los servicios.