El papa Francisco decidió ayer no dictar la catequesis que tenía programada para la audiencia general y solicitó a las miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro que rezaran el rosario por las víctimas del terremoto que afectó el centro de Italia.
El sismo con 6.2 grados en la escala abierta de Richter que sacudió en la madrugada las provincias de Rieti, Ascoli Piceno y Perugia dejó hasta el momento más de 200 muertos y destruyó casi completamente localidades como Amatrice, Accumuli y Pescara del Tronto.
El Papa optó por suspender su catequesis para expresar su aflicción y cercanía a todas las personas que se encuentran en las zonas afectadas, a todas las personas que perdieron a sus seres queridos y a las que aún se sienten estremecidas por el miedo.
A los creyentes presentes les explicó que está muy dolido al haber escuchado “que el pueblo de Amatrice ya no existe y al pensar que entre los muertos hay muchos niños”.
Entonces explicó que no pronunciaría su catequesis y les invitó a rezar.
Seguido se leyó un mensaje en distintos idiomas en el que el Sumo Pontífice les hablaba a los habitantes de las zonas afectadas, en el que aseguraba su oración y les decía “que confíen en la caricia y el abrazo de toda la Iglesia y que en estos momentos desea abrazarlos con su amor materno”.
Seguido, el Papa y todos los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro comenzaron a rezar el rosario.
El papa Francisco ordenó que seis miembros del Cuerpo de Bomberos del Vaticano acudan a las zonas afectadas por el terremoto de 6.2 grados que sacudió Italia con el fin de apoyar en las exigencias dadas.
Finalmente, la oficina de prensa de la Santa Sede declaró que el Sumo Pontífice quiere de esta manera demostrar “su cercanía a las personas afectadas por el terremoto”.
Con información de yucatan.com.mx.
