Días y noches trabajando sin descanso, miles de dólares invertidos, todo por un sueño, llegar a los Estados Unidos en una embarcación rustica y sentirse libres. Sin embargo ese sueño se vio frustrado a pocas millas de las costas cubanas, cuando la balsa en la que se trasladaban 17 personas, rompió el timón y se vieron obligados a regresar.
Los balseros intentaron a toda costa no ser vistos por los Guardafronteras, pero fue casi imposible. Al llegar a una playa en Guanabo fueron abordados por la Policía Nacional, le decomisaron la balsa y se los llevaron detenidos.
Uno de los tripulantes, Elías Mora, de 46 años y residente en Jústiz, Guanabo, comentó que los interrogaron y les colocaron multas de mil 500 pesos a cada uno.
“Los diecisiete fuimos conducidos a la estación de policía. Oficiales de la Seguridad del Estado (DSE) nos interrogaron. Estuvimos hasta las once de la noche. Impusieron multas de mil quinientos pesos a cada uno. Tuvimos que firmar un Acta de Advertencia para poder irnos. Dice que si insistimos en otro intento de salida seremos juzgados por los tribunales y condenados a prisión”.
Las multas y las amenazas no significaron nada en comparación con la frustración que sentían de no lograr salir de la dictadura.
“Fue enorme el trabajo, gasto de dinero, de energías, tensiones para armar la balsa, juntar los ocho mil dólares que costó el motor eléctrico adaptado para impulsar la embarcación. Otros dos mil más invertidos en las planchas de poliespuma, madera, tornillos. Nada de eso hay en venta libre, lo compramos en bolsa negra, a sobreprecio”.
Tenían todo preparado, las provisiones, el combustible, hasta el pronostico del tiempo.
“Construimos la balsa en secreto para no ser delatados por el CDR (Comité de Vigilancia). Había buen tiempo. La noche anterior escuchamos el parte meteorológico. Trasladamos la balsa al mar sin ser descubiertos, salimos. Todo fue perfecto, navegábamos, ya nos sentíamos ¡libres!, pero ¡mala suerte!, imposible continuar. Ocuparon la balsa, la planta eléctrica, 60 litros de diesel y alimentos destinados a la supervivencia en el mar. Nada devolvieron”
Con información de CubaNet
