Italia con un gran dolor por su pueblo. El primer ministro, Matteo Renzi, y el presidente italiano, Sergio Mattarella, se hicieron presentes este sábado al funeral de 35 de las víctimas del terremoto que estremeció el centro del país la madrugada del el miércoles y dejó al menos 290 muertos, según cifras del ultimo recuento.

El funeral de Estado, es el primer acto oficial tras la tragedia se dio en Ascoli Piceno, capital de la provincia que lleva el mismo nombre. En un polideportivo cercano a un hospital se dispusieron los féretros con los restos de las 35 víctimas fallecidas en la localidad de Arquata.
Algunos familiares siguieron la ceremonia en el suelo abrazados a los ataúdes de sus seres queridos. De igual forma fue decretado un día duelo nacional, con banderas a media asta a lo largo del país.
La mayoría de los fallecidos, 230, se encontraban en Amatrice, ubicada en la región del Lacio, a unos 140 kilómetros al noreste de Roma, la localidad más afectada por el sismo de magnitud 6,2 en la escala de Richter.
El obispo de Ascoli Piceno, Giovanni D’Ercole, dirigió el funeral al que asistieron familiares de las víctimas y una parte de los miles de personas que participan en las labores de búsqueda, rescate y asistencia.
En su homilía, D’Ercole mencionó los nombres de 35 de los fallecidos y resaltó que a pesar de que los campanarios de las localidades golpeadas por el terremoto “se han caído, no suenan más, volverán a tocar, recuperarán el sonido de la mañana de la Pascua”.
Con información de bbc.com.