Varias iglesias que funcionan como sede de la fundación Cáritas, así como su edificio principal en Panamá, están albergando 300 cubanos que llegan de la selva, esto mientras esperan alguna respuesta positiva por parte de los países centroamericanos que los ayude a continuar su camino hasta los Estados Unidos.
Según el representante de Cáritas Panamá, Denia Manguelis, los cubanos están distribuidos en distintas parroquias para brindarles el mejor servicio posible, reseña EFE.
En la sede principal de Cáritas tenemos cerca de 80 cubanos, pero nuestras parroquias están atendiendo en total a 300 personas
La situación, añadió, pone de manifiesto que la crisis de los migrantes, que estalló en noviembre del año pasado cuando Nicaragua decidió cerrar sus fronteras aduciendo razones de seguridad nacional, aún no se ha solucionado.
Nuestra obligación como católicos es acogerles. Todos los días llegan nuevos cubanos, pero el miércoles pasado hubo una llegada masiva
La sede de la organización católica, ubicada en el barrio capitalino de Ancón, se encuentra inundada de colchones donde los cubanos reposan y esperan noticias de las autoridades locales.
Por otro lado, los migrantes que se encuentran en las iglesias piden a los gobernantes centroamericanos que los ayuden a lograr sus sueños de libertad. Odiky Hernandez un cubano que salió de La Habana a finales de año asegurando que en Cuba todo sigue igual y quiere un mejor futuro para ella y su familia.
Estamos esperando a que el presidente (de Panamá, Juan Carlos Varela,) nos ayude a poder cumplir nuestro sueño y llegar a Estados Unidos
Los migrantes reciben comida pero también asistencia médica, ya que muchos presentan infecciones cutáneas y dolencias en los pies de tanto caminar. Hernández, indicó que su esposa tiene un embarazo de alto riesgo y atravesar la selva agravó aún más su estado de salud.
Mi esposa está embarazada de ocho meses, es un embarazo de riesgo. Atravesamos parte de la selva del Darién (en la frontera con Colombia), pero ella se enfermó y las autoridades de Panamá decidieron traerla a la ciudad. Yo me quedé atrás y nos hemos reencontrado hace unos días
La decisión del gobierno nicaragüense de cerrar su frontera provocó que, a finales del año pasado, cerca de 8 000 migrantes, en su mayoría cubanos, se fueron amontonando en Costa Rica y Panamá y ambos países tuvieron que acordar con México un operativo especial de traslado en vuelos directos a distintas ciudades mexicanas.
Pero el flujo de migrantes no cesó y ambos países decidieron cerrar sus fronteras e impedir el paso de los inmigrantes ilegales. Primero fue Costa Rica en diciembre de 2015 y más tarde Panamá, el pasado 9 de mayo.
El paso de cubanos por Centroamérica y por países como Brasil, Ecuador, Guyana y Colombia es un fenómeno que ha crecido en los últimos años pero que se ha intensificado con el restablecimiento de las relaciones entre EE.UU. y Cuba.
Los cubanos temen que tras la normalización se elimine la Ley de Ajuste Cubano (1961), que les otorga muchas facilidades para conseguir la residencia estadounidense
Con información de EFE
