La situación de los cubanos en Panamá continúa agravándose. Grupos pequeños siguen llegando provenientes de la selva del Darién, pidiendo ayuda a la Pastoral Cáritas ya que no cuentan con los recursos necesarios para continuar su camino hasta los Estados Unidos de manera ilegal.
Dicho flujo de migrantes mantiene saturadas algunas iglesias que funcionan bajo el nombre de Cáritas, tal es el caso de la iglesia católica de Santa Ana, donde decenas de colchones se adornan los pisos del templo, tratando de que los 100 cubano que se encuentran allí, tengan el mayor confort posible.
Allí, los migrantes aguardan mientras obtienen los recursos necesarios para continuar su viaje hacia Estados Unidos.
Ante esta situación, el presidente Juan Carlos Varela informó que se reunirá en Boquete, Chiriquí, con su homólogo costarricense, Luis Guillermo Solís, para analizar el tema del flujo migratorio.
Cubanos se aglomeran en la frontera con Costa Rica
Mientras algunos esperan bajo el techo eclesiástico, otros se trasladan hasta la frontera entre Panamá y Costa Rica a la espera de una oportunidad de continuar su viaje.
La llegada masiva de cubanos y haitianos, mantiene en alerta a la población, mientras que los migrantes están temerosos ante una posible deportación.
Sietnel Candanedo, de la Pastoral Cáritas de Chiriquí, aseguró que los cubanos lo llaman constantemente para que los ayuden, pues no tienen dinero para un hospedaje y menos para comer.
A raíz de esto, Candanedo informó que los trasladan en pequeños grupos hacia Cáritas en la ciudad de Panamá.
Afirmó que actualmente hay 300 extranjeros en situación ilegal entre el cordón fronterizo y Panamá.
Con información de Prensa
