Desde tempranas horas de este jueves, venezolanos de todas las latitudes del país comienzan a llegar a la ciudad capital para realizar la Toma de Caracas, como método de manifestación pacifica para exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) indique la fecha para llevar a cabo el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.
Pero como era de esperarse, la oposición venezolana no la ha tenido fácil. Autobuses de los estados occidentales y orientales del país fueron retenidos por varias horas por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana para impedir su llegada a Caracas.
Esto ha originado un colapso total en las autopistas que conectan la ciudad capital con el resto del territorio nacional, especialmente el occidente.
Mientras los que ya comienza a concentrarse en los puntos indicados por la oposición, observan un fuerte despliegue policial nunca antes visto, pese a que Venezuela es considerado el país más violento del mundo.
Mientras Caracas se va llenando de gente, otras miles se encuentran a las afueras de la ciudad esperando por ingresar y participar en la manifestación.
Diputados opositores que acompañaban distintas delegaciones, denunciaron bloqueos en las carreteras pese a identificarse como parlamentarios nacionales.