
Los habaneros hoy sufren una vez más los embates de medidas populistas por parte del régimen para atacar al cuentapropista. Los llamadaso ‘boteros’ poco a poco abandonaron las calles de la capital, producto de las fuertes medidas que el castrismo aplicó sobre ellos tras anunciar un nuevo periodo especial.
Trasladarse por las calles habaneras ahora es todo un sacrificio, el régimen no garantiza el transporte necesario y muchos usuarios pasan horas en colas esperando un autobus, tal es el caso de Yadira, una estudiante de medicina quien llega tarde a su primer día de clases. Ella asegura que las medidas son las causantes de la crisis.
Las medidas del Gobierno contra las irregularidades de los boteros solo han empeorado la transportación
Mientras, los choferes que aún laboran, hacen todo lo posible para no abandonar a los habaneros en las paradas.
Vamos, apriétense un poquito ahí que la cosa está malísima. No hay (ómnibus) P3 y de nosotros nada más hay tres camiones trabajando, advertía el conductor de un camión del sector privado
Desde que se iniciara la controversia entre el Gobierno y los trabajadores no estatales que se dedican a la transportación de pasajeros, en La Habana se ha desatado una verdadera crisis, visible en las aglomeraciones de ciudadanos en paradas de ómnibus y puntos de embarques.
En estos momentos el horario pico es “a toda hora”, se quejó el licenciado en cartografía Pedro Maturel.
Este es el panorama desde que los boteros se ‘plantaron’ porque el Gobierno tomó medidas contra ellos cuando quisieron subir los precios. Es cierto que estas medidas protegen al cliente, pero también dejan claro que el Estado no tiene cómo respaldar la aplicación de sus propias leyes o regulaciones. Al final, todo va en perjuicio del pueblo
Una usuaria asegura que es cierto que los boteros se excedieron un poco en sus tarifas, pero el régimen debió garantizar una mayor flota de buses para contrarresta la escasez en el servicio de transporte.
Es cierto que los boteros se excedieron en su ‘trajín’, pero si no hubiese sido por ellos en su momento, en este país habríamos tenido que movernos en chivichanas. Y miren ahora, ¿dónde están las guaguas y los ruteros en sustitución de los boteros?
Fuentes en paraderos del Calvario y Palatino, que pidieron no ser identificadas, confirmaron que en próximas semanas se iniciará un recorte en todas las rutas por falta de combustible.
Estos recortes serán extensivos a todos los paraderos, así que, como dice el dicho, ‘agárrate del bombillo, que me llevo la escalera’
Made vive en el Reparto Eléctrico y trabaja en Habana Vieja. Cuenta que su suerte es que puede coger su ruta, o un botero, desde la primera parada, “pero durante el trayecto veo lo difícil que resulta para los que viven en barrios intermedios”.
Para quienes viven en Mantilla, La Víbora o Santo Suárez la cosa es ‘de apaga y vamos’. Todo el mundo estuvo de acuerdo con las medidas del Estado contra los boteros, pero el resultado es este: la imposibilidad de coger un transporte, ya sea estatal o particular, para cualquier parte de La Habana y a cualquier hora
Quizá la propuesta de Arnaldo, un residente de Boyeros que trabaja en el Vedado, no solucionaría el calvario que sufren los ciudadanos, “pero al menos dejaría en evidencia quién es el verdadero culpable: que todos los boteros se pongan de acuerdo, y decidan no salir a trabajar tres días”.
Pero la respuesta del chofer que conducía el “almedrón” que abordaba Arnaldo también evidenció la otra arista del asunto: “¿Y el plato de frijoles de mis negros quién me lo pondrá encima de la mesa? Si de verdad ahora están solidarizados con nosotros porque se dieron cuenta de que el Gobierno nunca beneficia al pueblo con ninguna de sus medidas, pues nos vayan a trabajar todos ustedes tres días”.
Con información de Diario de Cuba
            
            