Maduro debe liberar a los presos políticos y celebrar en plazo el revocatorio, así lo expresa el editorial dedicado por el diario El País a la situación actual que atraviesa Venezuela.
La publicación hace referencia a la multitudinaria marcha celebrada en Venezuela el 1° de septiembre pasado, con la finalidad de exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) la aplicación del referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Según reporta El País, actualmente en Venezuela se vive una “gravísima fractura social que está creando el mandatario al tratar de retrasar por todos los medios un proceso legal que, de realizarse en tiempo y forma, podría apartarle del poder no solo a él sino al chavismo en su conjunto”.
Aun y cuando el oficialismo aplicó múltiples medidas para reprimir esta protesta, entre estas convocar a una contramanifestación donde se exhibió una retórica amenazante del primer mandatario venezolano; la deportación de algunos periodistas extranjeros en las jornadas previas y el principal medio de transporte de la ciudad, el Metro de Caracas, sufrió suspensiones en algunas de sus estaciones, la convocatoria del sector opositor venezolano fue un rotundo éxito, así lo afirmó El País.
De acuerdo con el editorial, la posición de Nicolás Maduro, se constituye en una gran paradoja, por cuanto “la oposición venezolana está cumpliendo estrictamente las condiciones ideadas por Hugo Chávez para la convocatoria de un referéndum revocatorio —figura introducida por el fallecido mandatario en el ordenamiento constitucional venezolano—, el Gobierno que se proclama continuador y guardián del chavismo se niega a cumplir una de las medidas que el propio Chávez convirtió en estandarte de su mandato”.
El País refiere la magnitud de la estrategia aplicada por el oficialismo que complica, aún más, el complejo panorama venezolano: “la estrategia de Maduro consiste en retrasar el referéndum hasta más allá del 10 de enero. Después de esa fecha, y según marca la ley, aunque el oficialismo perdiera la votación no se convocarían nuevas elecciones presidenciales sino que su vicepresidente ocuparía la jefatura del Estado hasta 2019. Lo grave desde el punto de vista formal es que todo el proceso, iniciado en abril, debería haber durado cuatro meses, pero el chavismo pretende —y está consiguiendo— demorarlo más del doble de ese tiempo”.
Adicionalmente, la editorial hace referencia a la situación que confrontan los políticos presos en Venezuela, con relación a esta problemática, El País añade: “Los esfuerzos de mediación internacional hasta el momento han resultado vanos mientras el mandatario se ha lanzado a una ciega huida hacia adelante que ha agudizado la situación de penuria material de los venezolanos y está llevando el enfrentamiento político a una situación sin salida. El presidente venezolano juega a ignorar que su constante desprecio a los esfuerzos internacionales para ayudar a Venezuela no tendrán consecuencia alguna para el chavismo, pero debe saber que el tiempo se le agota. Debe permitir que se celebre el referéndum en plazo y liberar a los presos”.
