Por Orlando Freide Santana.- A pesar de las declaraciones de los directivos del Ministerio de Educación (Mined) en el sentido de que están garantizados todos los recursos materiales con vistas al inicio del curso escolar 2016-2017, son muchos los que dudan de la calidad de ese período lectivo.
El motivo de ese pesimismo se deriva del resultado de las visitas que la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, acaba de realizar a las provincias del país: se mantiene el déficit de maestros y profesores en todos los niveles de enseñanza.
En esta ocasión, a diferencia de años anteriores, la titular del Mined, al referirse a la carencia de maestros, fue menos explícita en lo concerniente a cifras. Al menos, eso fue lo que percibimos en los reportes de la prensa oficialista. No obstante, se pudo conocer que , por ejemplo, Ciego de Ávila comienza el curso con un déficit de 663 maestros, mientras que Villa Clara tiene mil docentes menos que los que necesita.
Cualquiera diría que la cifra exacta del referido déficit a nivel nacional se está convirtiendo en un secreto de Estado, parecido a lo que sucede con la cantidad de trabajadores por cuenta propia que causan baja, o el día en que piensan eliminar la doble circulación monetaria y cambiaria.
Claro, en cierto modo es comprensible semejante hermetismo. Las autoridades del Mined saben que la inquietud de los padres y familiares de los alumnos aumenta a medida que se hace mayor la carencia de docentes. Porque la Ministra y sus subalternos insisten en que no quedará un estudiante sin maestro. Pero hay que ver quién será ese maestro…
Podría tratarse de estudiantes de niveles superiores, de personal contratado de otros sectores, o de administrativos y dirigentes del propio sector educacional que ahora son obligados a enfrentarse a los alumnos en las aulas. En líneas generales estaríamos en presencia de un personal con poca experiencia docente y escasa preparación pedagógica. Todo ello, por supuesto, debe de afectar la calidad de las clases.
Entonces, ante la ineficiencia de la escuela en la instrucción de sus educandos, es muy probable que padres y familiares deban recurrir a los repasadores particulares desde el primer día de clases, con el consiguiente perjuicio económico para las familias.
Por otra parte, los malos profesores tienden a deshacerse temprano de los alumnos, lo que podría conspirar contra el deseo de los directivos del Mined de que se cumpla la doble sesión escolar y mantener a los estudiantes en los centros hasta las 4:30 pm.
En el pasado curso 2015-2016 era muy común ver a estudiantes uniformados merodeando por las calles ya a las doce del mediodía.
Y si se habla del inicio del próximo curso escolar, no podemos pasar por alto que ya están abiertas las matrículas en las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, a las que pueden asistir las personas de la tercera o cuarta edad. Según se anunció, este curso estará dedicado al 90 cumpleaños de Fidel Castro, y el único requisito que se pide para la matrícula es tener más de 60 años.
Ese único requisito, de por sí, ya resulta sospechoso. Una Cátedra, que pretende ser universitaria, y a la cual se puede acceder hasta con un nivel de instrucción de la enseñanza primaria.
Evidentemente, el castrismo necesita adoctrinar a esos adultos mayores que cada vez constituyen un porcentaje mayor dentro de la población del país, y para ello no importa si se trata de un profesional jubilado o un anciano que solo venció el sexto grado. Y quizás no falten los maestros para semejante encomienda.
Publicado originalmente en CubaNet
