Cuba y Estados Unidos han decidido adentrarse en las arenas movedizas de los derechos de autor y los registros de marcas y patentes, un tema que no tendrá el glamour de las relaciones diplomáticas o los grandes intercambios comerciales, pero que sí requerirá de mucho esfuerzo para que los dos países se pongan de acuerdo.
El primer encuentro oficial en esta materia entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos ocurrió la semana pasada. La mesa de EEUU estuvo constituida por Daniel Marti, coordinador de la Oficina Ejecutiva del Presidente para los temas de la Propiedad Intelectual, y quien fue a Cuba acompañado por funcionarios del Departamento de Estado, y de las oficinas de Derechos de Autor y Patentes y Marcas del gobierno federal.
Mientras, la contraparte cubana estuvo compuesta por representantes de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, el Centro Nacional de Derecho de Autor, la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y bufetes internacionales que trabajan el asunto en Cuba.
Este fue el primer encuentro oficial en esta materia entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos desde el triunfo de la revolución en 1959
El Minrex publicó una nota hoy dando a conocer el encuentro. Esto decía un extracto del documento:
Ambas partes intercambiaron opiniones sobre las regulaciones vigentes en los respectivos países en esta área y el marco jurídico de los dos Estados para la protección de marcas, patentes y el derecho de autor
Llegar a un acuerdo en esta materia no será sencillo. Cuba afirmó que:
La protección recíproca de marcas y patentes será un aspecto esencial para el mejoramiento de las relaciones bilaterales, en particular, en la esfera económico-comercial
En tierra cubanas existe, por ejemplo, el “paquete semanal”, un eficiente y popular sistema de piratería que distribuye de manera ilegal hasta dos gigabytes de información cada semana. Con un sistema de distribución cuadra por cuadra, el “paquete” llega a cientos de miles de casas cubanas y en él se pueden encontrar las películas de cartelera en Estados Unidos, programas de computadoras, aplicaciones móviles y sus actualizaciones, música y videoclips, libros, publicidad, revistas y mucho más.
Un joven distribuidor del “paquete semanal” señaló al diario El Nuevo Día :
El paquete es el internet en Cuba, si nos quitan el paquete no podremos saber qué está de moda en el mundo
Otros casos complicados
Otro caso “afectado” sería la programación de la Televisión Cubana, acostumbrada a dar películas de estreno o series de moda, además de usar sin en su parrilla deportiva programación de Estados Unidos.
Y adicionalmente se agregan los casos por definir, como el embargo de las empresas nacionales y extranjeras, como es el ejemplo del ron Havana Club.
También, Barcardí reclama Havana Club como suya porque la compró en 1990 a la familia Arrechabala, que se exilió en Estados Unidos tras fabricar el ron en Cuba entre 1934 y 1960.
Bacardí sigue produciendo Havana Club como un “ron puertorriqueño”, mientras Cuba sigue vendiendo millones de sus botellas a través de todo el mundo. Todo esto se encuentra en pleitos judiciales complejos.
Con información de elnuevodia y martinoticias