El próximo 27 de septiembre varios activistas cubanos harán un viaje a Washington D.C. para consignar al Departamento de Estado una carta en la que se solicita al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que conceda el perdón al anticastrista Eduardo Arocena, quien lleva 33 años preso en una cárcel del país.
“Estamos más que seguros que Obama le va a conceder el perdón presidencial”, dado que Arocena, de 75 años, “lleva 33 años preso y somos muchas personas y organizaciones cubanas las que hemos firmado la carta de petición de perdón”, declaró a EFE Luis Negrón, director de la Campaña por la Libertad de Arocena.
Negrón se expresó convencido de que Arocena, fundador de la conocida organización anticastrista Omega 7, “estará fuera de la cárcel antes de noviembre” afirmó.
“Obama concedió el perdón a un enemigo de Estados Unidos como fue el espía cubano Gerardo Hernández (quien formaba parte de la Red Avispa, desmantelada en 1998), condenado a dos cadenas perpetuas”, por lo que “seguro que el perdón se lo va a conceder”, dijo.
Arocena fue juzgado por terrorismo y condenado en 1984 a dos cadenas perpetuas a causa de varios atentados con víctimas realizados entre 1975 y 1983.
La abogada de Arocena, Genilde Guerra, presentó este miércoles en una reunión la carta con los documentos que Negrón y otros activistas entregarán a funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos esperando su posterior entrega a Obama.
En una entrevista realizada en junio, Guerra declaró que estaban dispuestos a buscar la reapertura del caso o un nuevo juicio, en el supuesto de que la petición de perdón sea negada.
Francisco Portillo, presidente de la organización hondureña Francisco Morazán, de Miami, y uno de los líderes comunitarios cuya firma está en la carta, resaltó que es “hora de que se haga justicia con Arocena, una persona que ha luchado por la democracia en Cuba y lleva 33 años de calvario, preso, y con una esposa con graves problemas de salud”.
El anticastrista, recluido en una cárcel de Minesota, estuvo implicado en al menos dos asesinatos y unas treinta explosiones en Nueva York, Nueva Jersey y Florida, según las acusaciones que presentó el Buró Federal de Investigaciones de (FBI).
Con información de Agencias
