La Isla de Margarita, estratégicamente elegida para aislar a los invitados a la Cumbre de Países No Alineados de la crisis que atraviesa Venezuela, fue el escenario del encuentro que buscaba “respaldar a la revolución bolivariana” en tiempos donde más lo necesita.
Tras la decisión de Mercosur y la posición frontal de la Organización de Estados Americanos, donde su secretario ha sido un duro crítico de Nicolás Maduro, el régimen chavista recurre a los vestigios de una organización de tiempos de la Guerra Fría.
El medio español El Mundo lo reseña así:
“El Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) llegó a la isla de Margarita dispuesto a olvidarse de su propio nombre, sabedor de que el principal objetivo del encuentro es respaldar a la revolución bolivariana cuando más falta le hace: arrinconada en Mercosur, advertida por la ONU, discutida por Chile y con el secretario general de la OEA firme en sus críticas contra Nicolás Maduro.”
Continúa comentando que la solidaridad con el “hijo de Chávez”, anfitrión de una cumbre internacional donde pretende ser aupado al título simbólico de titán del antiimperialismo, cuenta desde hace horas con la presencia de algunos de los primeros espadas de la organización.
El autoritarismo salta a los ojos del mundo. El primero en aterrizar en la isla turística fue el más polémico de todos: Robert Mugabe (92 años).
“El dictador de Zimbabue abrió el camino para un grupo de presidentes que en su mayoría son asiduos contertulios del “hijo de Chávez”: el cubano Raúl Castro, el ecuatoriano Rafael Correa y el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén. A ellos se unió el presidente iraní, Hasán Rouhaní, y el primer mandatario palestino, Mahmud Abbás, de momento uno de los principales atractivos de la cita. Corea del Norte tampoco podía faltar, en esta ocasión con el presidente de su Asamblea Nacional, Kim Yong-nam”
Muy lejos queda el pleno de 120 presidentes, los que conforman la organización nacida en plena Guerra Fría, un cónclave del Tercer Mundo instalado entre las dos superpotencias, EEUU y la URSS. En aquellos primeros tiempos fue decisiva la participación de la India, uno de los cinco creadores del MNOAL, y con un sello al estilo de Gandhi.
Mientras históricamente el comunismo ha ido quedando en evidencia como un sistema fracasado, la organización se mantiene sobre arenas movedizas.
“La apuesta de Maduro es recuperar viejas glorias y, sobre todo, apoyarse en sus aliados para superar el aislamiento internacional al que se ve sometido desde hace meses, recrudecido en los últimos días. Los aplausos de antaño han sido sustituidos por las críticas de hoy” explica la publicación
En Latinoamérica hemos sido testigos de la metamorfosis de la región. Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, a través de Mercosur exigieron a Caracas que asuma una serie de requisitos económicos y en materia de derechos humanos de casi imposible cumplimiento, porque supondría que el régimen de Maduro abandonara el “legado” de Chávez.
Cada vez más solo
El bloqueo contra Venezuela, que debería ostentar la presidencia ‘pro tempore’ del Mercosur, fue aplaudido por Luis Almagro, secretario general de la OEA y bestia negra del chavismo. El excanciller de Pepe Mujica también se ha sumado a la exigencia de Chile, que reclama la libertad de Braulio Jatar.
El periodista y abogado, propietario del portal de noticias que publicó los vídeos del cacerolazo contra Maduro en Margarita, permanece encarcelado desde entonces. El encontronazo con Naciones Unidas también se debe al tratamiento de los derechos humanos”
Decididos a aliviar la presión de su aliado, los no alineados expresarán en el documento final su preocupación por las “acciones violentas” que, en su criterio, han acontecido en Venezuela durante las últimas semanas, cuyo objetivo seríadesestabilizar “al gobierno democráticamente electo”. Estados Unidos también fue objeto de los dardos diplomáticos, por su constante enfrentamiento con la revolución bolivariana.
El documento insiste en las “políticas agresivas” de Estados Unidos contra Caracas y realza la figura de Hugo Chávez, “campeón de la unidad latinoamericana y caribeña”. Precisamente ayer se inauguró una estatua en honor al “comandante supremo”, uno de los actos centrales de la Cumbre.
Un apoyo férreo que, por supuesto, conlleva contrapartidas. Los países no alineados han cargado sobre las maltrechas espaldas bolivarianas el peso de recuperar a una organización envejecida y casi olvidada, que además cuenta con sobrepesos de difícil aguante.
“Ningún foro puede tildarse de democrático con la presencia de este déspota”, disparó Henry Ramos Allup, presidente opositor de la Asamblea. “Es una vergüenza mundial”, añadió el diputado Miguel Pizarro. “De 120 miembros ¡han llegado 8 presidentes! ¡Hay 20 cancilleres! ¡Maduro y su soledad!”, criticó el gobernador Henrique Capriles.
Con información de: El Mundo