El Ministerio del Interior notificó ayer en Villa Clara que desarticuló una “red dedicada a la compra, acaparamiento y comercialización ilegal de grandes cantidades de artículos de ferretería, plomería y efectos electrodomésticos procedentes del sector estatal”.
Según una comunicación oficial publicada en la edición digital de la emisora CMHW, “durante el proceso investigativo se demostró que el ciudadano Jesús Pentón Quintana, desocupado, de 44 años, controlaba una parte considerable de la venta de esos productos, destinados al mercado negro en la zona del Boulevard de Santa Clara y las áreas comunes situadas en los alrededores de la zona hospitalaria”.
Agregó que “también se encuentran bajo proceso de instrucción otros siete ciudadanos involucrados en los hechos: el distribuidor principal de la empresa de Almacenes Universales, tres cajeros del sistema de tiendas recaudadoras de divisas, un desocupado, un trabajador no estatal y la ciudadana que facilitó su vivienda como almacén”.
“Fueron ocupadas una moto, una motoneta, siete efectos electrodomésticos, más de 10.800 artículos de plomería y ferretería, y 1.123.996 pesos, entre CUP, CUC y dólares estadounidenses”, describió la nota.
De igual forma el MININT “en estos momentos se agiliza el proceso de instrucción para poner a disposición de los tribunales a los autores de estos delitos”.
La nota aseguró que el operativo forma parte “del enfrentamiento a todo tipo de actividades ilícitas que afecten el presente y el futuro de la revolución”, liderado por el Partido Comunista y con la actuación del Ministerio del Interior.
El mercado negro, paralelo o subterráneo no es algo novedoso en Cuba. Tuvo su mayor auge en los años 90, justo después de haber iniciado el Período Especial. Expertos en el área coinciden en que el flujo ilegal de mercancías existirá mientras no se mejore la economía y persista en las tiendas el desabastecimiento estatal.
Con información de Diario de Cuba
