El acuerdo entre la UE y el régimen cubano establece una serie de compromisos y deberes de las partes referente al respeto de los derechos humanos, aunque al mismo tiempo respalda el marco legal vigente en la Isla, al supeditar la ejecución de todos los acuerdos a los principios constitucionales y legales del régimen castrista.
Con este acuerdo bilateral con la Unión Europea (UE) y a la espera de aprobación, el régimen admitiría que es su deber como el de todos los gobiernos “proteger todos los derechos y libertades fundamentales independientemente” del sistema político, económico y cultural del país. Además, reconocería que “la protección y promoción” de las libertades fundamentales representa “la primera responsabilidad de los gobiernos”.
Esto es un avance a medias, aunque el régimen asuma todos estos compromisos, el mismo acuerdo blinda el marco jurídico castrista y la “soberanía” del Gobierno cubano: “Todas las acciones contempladas en el acuerdo deben ser implementadas según los principios constitucionales, marcos legales, legislación, normas y regulaciones de las partes”.
El texto del acuerdo, se encuentra disponible en la web oficial de la UE, establece además el compromiso del bloque europeo y el del Gobierno cubano de “cooperar en el ámbito de la democracia y los derechos humanos”.
Con el acuerdo, ambas partes reconocen que la democracia se basa en la “voluntad libremente expresada de los pueblos para determinar sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales y su plena participación en todos los aspectos de la vida”.
Ambos se comprometen a cooperar y fortalecer la “democracia y su capacidad para implementar los principios y prácticas de democracia y derechos humanos, incluyendo los derechos de las minorías”.
Esperemos ver qué tal opera en la isla eso de “derechos para todos”
El acuerdo contempla una relación de compromisos sobre derechos humanos que incluye el respeto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos junto a la promoción y protección de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales “para todos”.
El texto establece además que los derechos humanos deben ser atendidos de forma global y con el mismo énfasis: “Reconociendo que todos los derechos humanos son universales, indivisibles, interdependientes e interrelacionados”.
El documento detalla que se van a implementar “efectivamente” tanto los instrumentos internacionales de derechos humanos, pasando por protocolos opcionales, como las recomendaciones de la ONU sobre la materia.
El acuerdo también define que se deberá ejecutar la promoción y protección de los derechos humanos en las políticas y planes de desarrollo internos. De igual forma, se asume el compromiso de promover la educación en cuanto a derechos humanos, democracia y paz.
Con información de Diario de Cuba